lunes, 30 de marzo de 2015

PROPUESTAS PRESIDENCIALES PARA LA SOLUCIÓN DEL CONFLICTO DE MALVINAS 1987

Propuestas presidenciales para la solución del Conflicto Malvinas

Publicado en el semanario “El Fueguino”, Ushuaia, 30 de octubre de 1987

Por Alfredo Bruno Bologna

Existen dentro y fuera del país distintas propuestas de solución del conflicto Malvinas.

En esta nota, tratamos de ver las iniciativas propuestas por el presidente de la Nación, Dr. Raúl Alfonsín, para la solución del litigio, que se pueden resumir en dos: arrendamiento y cuerpos de paz.

Arrendamiento. En una conferencia de prensa, realizada con motivo de la visita presidencial a las Naciones Unidas el 24 de septiembre de 1984, el Dr. Alfonsín manifestó la posibilidad de una solución del conflicto Malvinas, al estilo Hong Kong y dijo:

“Podríamos esperar meses, o, digamos, cinco años, pero la recuperación de las islas tiene que hacerse dentro de esta generación. No podríamos esperar noventa y nueve años”.

Con respecto a la propuesta de arrendamiento, debemos decir que la misma no es nueva.

Con motivo de la visita realizada a nuestro país, con escala en las Islas Malvinas, el Ministro de Estados de Asuntos Extranjeros del Foreign Office, Nicholas Ridley, en noviembre de 1980, propuso a los isleños tres alternativas: 1) Administración conjunta entre el Reino Unido y Argentina; 2) Statu quo o congelar la situación por un tiempo y 3) Arrendamiento.

Ridley expresó que el primer problema que planteaba el arrendamiento era la aceptación por Argentina y un segundo el plazo de duración. Con respecto a este problema, Ridley aclaraba:

“Yo lo haría por 999 años y la Argentina podría contestar que sólo lo haría por 9 años. ¿Y dónde terminamos? No me lo pregunten, pues no lo sé. Lo que sí digo es que esto no sería posible por un lapso pequeño. El arrendamiento, de poder hacerse y de obtenerse, tiene la enorme ventaja de que tendríamos el derecho de pesca y de buscar petróleo dentro de las 200 millas de las costas de las islas, sin necesidad de permisos y concesiones. Con este sistema no habrá cambios en cuanto a la administración, en vuestra libertad y en vuestra vida”. (La Nación 27/9/80).

En cuanto al plazo, Ridley fue mucho más preciso ante la Cámara de los Comunes, el 2 de diciembre de 1980, al proponer un plazo de 25 años.

La propuesta del arrendamiento ha provocado en nuestro país distintas opiniones. Adhieren a esta propuesta: Nicanor Costa Méndez y Carlos Ortiz de Rozas (28/5/83); Adolfo Gass (5/2/85); Antonio Berhongaray (3/2/85 y 6/2/84); Federico Storani (11/2/85); Oscar Camilión (13/2/85). En contra se manifestaron: Juan Carlos Pugliese (7/2/85); Mario Roberto (11/2/85) y Carlos Ferré en la misma fecha.

Este sistema es aceptado, en el Reino Unido, por el Informe Interparlamentario del 27 de mayo de 1983 de la Cámara de los Comunes.

La cancillería argentina manifestó el 7 de enero de 1985 que “el gobierno no tiene opinión oficial sobre la posibilidad de acordar un arriendo de las Islas Malvinas”.

Por nuestra parte debemos establecer nuestra oposición por dos motivos:
 1º El hecho de aceptar que el Reino Unido nos cede la soberanía sobre las Islas Malvinas, para luego nosotros alquilarlas o arrendarlas, significa reconocer que la soberanía le corresponde al Reino Unido. Desde este punto de vista perderíamos una de las razones fundamentales de nuestro basamento jurídico. La postura argentina es tan sólida desde el punto de vista jurídico, que jamás el Reino Unido se atrevió a llevar o plantear el caso en la Corte Internacional de Justicia.
 2º El arrendamiento de las Islas Malvinas, a pesar de que se lo asimila con el modelo Hong Kong, tiene características completamente distintas. Hong Kong tendió a ser un centro financiero y comercial. En el caso de las Malvinas, de acuerdo a las expresiones de Ridley sería un arrendamiento para la explotación de los recursos (pesca y petróleo) al viejo estilo de La Forestal. En este sentido, el plazo no tiene mayor importancia. Las Malvinas serían devueltas, después del plazo, completamente devastadas.

Cuerpos de paz. La otra iniciativa fue expuesta por el Dr. Raúl Alfonsín en una conferencia de prensa con motivo de la visita que realizara a Venezuela para asistir a la asunción del nuevo presidente, Jaime Lusinchi, el 1º de febrero de 1984:

“Si nosotros tuviéramos las garantías suficientes, si hubiera por ejemplo lo que pudiera ser algún cuerpo de paz de las Naciones Unidas, para garantizar esta situación, obviamente podría quedar de hecho solucionado el problema de la declaración del cese de hostilidades”.

Más que una propuesta de solución definitiva, pareciera ser una transición para superar el requerimiento inglés de entonces, de que Argentina, declarara el cese de hostilidades de una guerra no declarada.

Esta propuesta no se ajusta claramente a las características de los cuerpos de paz o “cascos azules” de las Naciones Unidas que por lo general se interponen sobre territorios en disputa o problemas fronterizos. La cuestión Malvinas es una cuestión colonial, y por lo tanto se debe buscar la solución desde ese enfoque político-jurídico.

De cualquier manera, la propuesta presidencial fue rechazada por el gobierno del Reino Unido en estos términos, el 2 de febrero de 1984:

“Ha sido aceptado desde hace muchos años en las Naciones Unidas, que la administración y protección de las Islas Malvinas, claramente, es una responsabilidad británica… Es obvio que no hay papel para las Naciones Unidas en la protección de las Islas”.

Se debe aclarar que el Reino Unido asumió ante las Naciones Unidas la responsabilidad de descolonizar el territorio (El Fueguino, 15/5/87).

Esta propuesta del cuerpo de paz, fue retomada por el presidente de la Nación, Dr. Raúl Alfonsín, en una entrevista concedida al semanario inglés The Observer y reproducida en los diarios “Clarín” y “La Nación” el día 10 de agosto de 1986. Sin embargo, en esta ocasión pareciera elaborar un nuevo criterio. La Argentina está dispuesta –dijo el presidente- si las Malvinas volvieran a estar bajo su soberanía, a permitir la presencia de los “cascos azules” de las Naciones Unidas en las islas para garantizar durante un período de transición los derechos de los residentes.

Coincidimos en algunos aspectos de esta propuesta. Creemos que Argentina puede aceptar una administración provisoria por parte de las Naciones Unidas como período de transición para su retorno a la toma de posesión por parte de Argentina. Para ello nuestro país debe establecer una política más coherente en el ámbito de las Naciones Unidas para ponderar el aspecto colonial del conflicto y acentuar la preponderancia para el máximo apoyo en el Movimiento de No Alineados que son mayoría en la Asamblea General.


http://www.cerir.com.ar/libro.php?id=0000294











No hay comentarios:

Publicar un comentario