martes, 30 de junio de 2015

ANTÁRTIDA 1995 OTRA ACTITUD RETICENTE DE GRAN BRETAÑA

Diario "La Nación". Buenos Aires, 19 de mayo de 1995.

PETRÓLEO 1995 PETRÓLEO: EN JULIO SE SABRÁ SI HAY ACUERDO

Diario "La Nación". Buenos Aires, 21 de abril de 1995.

MALVINAS 1995 SOLUCIÓN ECONÓMICA POR LA SOBERANÍA DE MALVINAS


Diario "La Nación". Buenos Aires, 23 de mayo de 1995.Añadir leyenda
Diario "Clarín". Buenos Aires, 24 DE MAYO DE 1995

PESCA 1995 EL VUELO DEL ELECTRA PROTEGE AL CALAMAR DE LA PIRATERÍA

Diario "La Nación". Buenos Aires, 21 de enero de 1995.

PESCA 1995 "LA ARGENTINA PUEDE TENER UNA GUERRA PESQUERA COMO LA DE CANADÁ ESPAÑA"Felipe Solá


Añadir Diario "Carín". Buenos Aires, 2 de abril de 1995.

lunes, 29 de junio de 2015

MALVINAS 2010. Con quejarnos no basta. Andrés Cisneros

Diario "Clarín". Buenos Aires, 9 de mayo de 2010

ARGENTINA. MANIFESTACIÓN DE VETERANOS

Diario "Clarín". Buenos Aires, 21 de mayode 2015.

ARGENTINA. La Justicia embarga a las petroleras que operan en Malvinas

Diario "La Capital". Rosario, Domingo, 28 de junio de 2015 

La Justicia argentina embarga a las petroleras que operan en Malvinas

La orden judicial establece que tanto para el secuestro, como para los embargos y el cese del delito se deberán librar exhortos diplomáticos a través de la Cancillería argentina.


Ilegal. La plataforma Eirik Rau está operando sin permiso de las autoridades argentinas.
La jueza federal de Río Grande en Tierra del Fuego, Lilian Herráez, ordenó embargos por 156,4 millones de dólares, además del secuestro de barcos y de otros bienes pertenecientes a empresas petroleras que operan ilegalmente en las islas Malvinas.
La medida judicial solicitada por el Ministerio Público Fiscal fue dictada el 25 de junio pasado y revelada ayer, en el marco de la causa penal iniciada por el gobierno nacional por la exploración y explotación ilegal de hidrocarburos en la plataforma continental argentina.
La magistrada fueguina dispuso también, como medida de no innovar, el "cese inmediato de la comisión del delito", que para el caso implica la interrupción de las actividades que llevan en la zona, las cinco compañías denunciadas de forma directa, y otras cuatro que le prestan distintos servicios.
La orden judicial establece que tanto para el secuestro, como para los embargos y el cese del delito se deberán librar exhortos diplomáticos a través de la Cancillería argentina.
La denuncia que primero realizaron los ministros de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, y de Planificación Federal, Julio De Vido, y que luego motivó la intervención del Ministerio Público Fiscal de la Nación, involucra en principio a las compañías Falkland Oil and Gas Limited (FOGL), Edison International SPA, Noble Energy y su filial Noble Energy Falkland Limited, Premier Oil plc y Rockhopper Exploration.
El fiscal general a cargo de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) Carlos Gonella y el fiscal general coordinador de distrito de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Adrián García Lois, les imputaron a las empresas, el pasado 21 de abril, la presunta comisión de "actividades ilícitas de exploración, búsqueda y eventual extracción de hidrocarburos en proximidades a las islas Malvinas".
El fundamento de los fiscales es que las operaciones se realizan sin "autorización, concesión o permiso alguno otorgado por la autoridad competente argentina".
Por su parte el fiscal federal de Río Grande, Marcelo Rapoport, junto con la titular de la recientemente creada Unidad de Recupero de Activos (URA) de la Procuración General de la Nación, María del Carmen Chena, precisaron el 1 de junio los pedidos de medidas cautelares patrimoniales para "asegurar y decomisar los activos ilícitos involucrados".
La URA logró identificar los activos de las compañías en el exterior y descubrió que una de las firmas imputadas, la estadounidense Noble Energy, registra una sucursal local en la Argentina, por lo que también impulsaron el embargo de sus bienes.
La fiscalía y la URA solicitaron el secuestro y embargo preventivo de tres buques dedicados a tareas de relevamiento de datos estratégicos en el Atlántico Sur: el Ramform Sterling, el Ramform Titan y el Falcon Explorer, además del MV Poseidon, afectado a estudios geoquímicos y de base de líneas ambientales.
La medida abarca, también, a la plataforma semisumergible Eirik Raude utilizada para hacer perforaciones en el lecho submarino, y al dique flotante Noble frontier, afectado a un programa de perforación petrolera en la zona, señala el escrito judicial.
La jueza Herráez ordenó la "interdicción de navegar" de todos los barcos, con el argumento de que "no se encuentran inscriptos en el Registro Nacional de Buques", y explicó que la restricción "impide la salida (de los buques) de los puertos donde se encuentren".
La magistrada también dio por demostrado, en esta instancia de la causa, que con motivo del anuncio de hallazgo de petróleo y gas en las islas Malvinas, realizado por la empresa FOGL el 2 de abril pasado, se obtuvo una "ganancia ilícita".
Herraez tuvo en cuenta que el día del anuncio, el valor de las acciones de la firma en el Mercado Alternativo Bursátil de Londres (AIM) aumentó más del 34 por ciento, y el volumen de transacciones negociadas más de 400 por ciento, alcanzando los mayores valores históricos de los últimos años.
Los representantes del Ministerio Público Fiscal solicitaron el embargo preventivo de esas ganancias, para lo que identificaron cuentas bancarias de FOGL en el extranjero, aunque la jueza requirió que para cumplimentar esa medida se precise el monto del embargo "comparando el valor de las acciones en los plazos denunciados".
Antecedente directo del conflicto
La Cancillería argentina viene reclamando a Inglaterra por las explotaciones petrolíferas desde hace años. Pero desde hace unos meses distintos acontecimientos recrudecieron las demandas argentinas y rechazos por parte del Reino Unido a tales preesentaciones.
Entre las últimas reclamaciones está la efectuada por el gobierno nacional el 24 de abril pasado por la falla en el funcionamiento de la válvula de seguridad (blow-out preventer, BOP) del pozo de exploración que está siendo perforado en el área denominada Isobel Deep, en la plataforma continental argentina cercana a las islas Malvinas por la plataforma Eirik Raude de Ocean Rig Management, contratada por el consorcio integrado por las empresas Falkland Oil and Gas Limited, Premier Oil Limited y Rockhopper Exploration.
De acuerdo a las empresas FOGL y Rockhopper, la perforación en el área de Isobel Deep debió suspenderse a 1.273,9 metros de profundidad por el mal funcionamiento del mecanismo de prevención con que cuentan las plataformas hidrocarburíferas para controlar el pozo ante la circunstancia de un eventual derrame líquido o gaseoso.
Un derrame de petróleo de magnitud en el área de Malvinas tendría un impacto significativo en el ecosistema, que podría perdurar durante décadas. Las aguas circundantes a las islas tienen una rica diversidad. Existen en la zona áreas de reproducción y alimentación de numerosas especies de mamíferos y aves marinas, varias de las cuales son objeto de protección internacional, en razón de su elevada vulnerabilidad y frágil estado de conservación. Asimismo, las aguas son ricas en especies que son objeto de explotación comercial, tales como calamar o la merluza negra.
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Diario "Clarín". Buenos Aires, 28 de junio de 2015.
 

domingo, 28 de junio de 2015

ARGENTINA.Dura acusación de Timerman al Reino Unido en la ONU

Malvinas

Dura acusación de Timerman al Reino Unido en la ONU

Dijo que agravó "irresponsablemente" el conflicto y que Cameron "crea una realidad virtual"; nuevo cruce con los isleños
Por   | Para LA NACION
NUEVA YORK.- Medio siglo después del primer llamado a negociar una solución pacífica por las islas Malvinas, la Argentina acusó ayer al Reino Unido de "agravar irresponsablemente" el conflicto, y volvió a exigir que reanude las conversaciones para dirimir la centenaria disputa territorial en el Atlántico Sur.
Héctor Timerman volvió a llevar el reclamo argentino a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la reunión anual del Comité de Descolonización, única cita en la cual argentinos e isleños se ven cara a cara. Como ocurre todos los años, hubo cruce de acusaciones y el Comité aprobó una nueva resolución que renueva la convocatoria a buscar una solución al conflicto.
Este año, la cita tuvo algunos rasgos distintivos. Fue, quizá, el último encuentro en el que participó Timerman, el canciller durante la mayor escalada diplomática entre Londres y Buenos Aires después del conflicto bélico de 1982.
Además, ocurrió un día antes del 70º aniversario de la ONU y a 50 años de la primera resolución del organismo que convocó a resolver la pelea a través de un negociación.
El jefe del Palacio San Martín criticó al premier británico, David Cameron, al que acusó de ser un ignorante o querer "crear una realidad virtual" al ignorar directivas de la ONU. Además, reiteró las denuncias del país contra Londres: la ausencia de negociaciones, el avance sobre los recursos petroleros y pesqueros en la región de las islas Malvinas, y la militarización del Atlántico Sur.
"El Reino Unido no sólo incumple hoy la obligación de negociar cuya existencia ya ha reconocido [...] Lejos de hacer el menor intento de resolver la controversia, no hace más que agravarla irresponsablemente", acusó Timerman en su discurso.
En el encuentro del Comité, la Argentina volvió a mostrar el apoyo de los países de América latina. El Reino Unido, tal como ha ocurrido otros años, no concurrió al encuentro. Sí lo hicieron los representantes de los isleños, que insistieron en su estrategia de intentar encuadrar la disputa como un tema de derechos humanos, al demandar que se respete el derecho a la autodeterminación de los isleños. Sus discursos fueron distribuidos por la Misión del Reino Unido ante la ONU.
"No somos una colonia, y tenemos un Estado con el que estamos contentos", dijo Phyl Rendell, integrante de la Asamblea Legislativa de los isleños.
A su lado, Mike Summers, el legislador isleño que en 2012 intentó entregarle una carta en mano a la presidenta Cristina Kirchner en ese mismo escenario, incluso acusó a la Argentina de practicar el colonialismo y de buscar su "expansión territorial".
"La Argentina busca colonizar las islas Falklands [el nombre que utilizan los isleños y el Reino Unido] contra los deseos de su gente. Eso es claro y simple, y este Comité debería ver eso, y condenar esa ambición", afirmó Summers.
Luego de brindar su discurso, Timerman respondió preguntas de la prensa.
No descartó volver el año próximo, pero, por las dudas, se animó a hacer un balance y a dejar un consejo a su potencial sucesor o sucesora al frente de la diplomacia argentina.

Timerman y la delegación

"Aprendí que hay que persistir, hay que seguir insistiendo en el diálogo, no hay que quedarse quieto, hay que seguir hablando con los demás países, explicando nuestra posición", afirmó. Timerman reconoció que los países menos poderosos a veces se frustran en la ONU, pero renovó su voto por la diplomacia: "Hay que confiar en las Naciones Unidas", cerró.
Timerman llegó a la ONU acompañado de legisladores de todo el arco político: Patricia Bullrich (Pro); Rubén Giustiniani (Partido Socialista, Santa Fe); Ángel Rozas (UCR); Aberto Asseff (FR); Ricardo Buryaile (Frente Amplio Formoseño), y Guillermo Carmona (FPV), además del secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Daniel Filmus..

viernes, 26 de junio de 2015

REINO UNIDO 2010 Blair, duro con su sucesor: Brown es "insoportable"

Polémicas memorias del ex premier britanico

Blair, duro con su sucesor: Brown es "insoportable"

Confirmó la mala relación entre ambos y dijo que nunca imaginó la "pesadilla" de Irak

LONDRES.- En sus esperadas y extensas memorias publicadas ayer, el ex primer ministro británico Tony Blair detalla la pésima relación que mantuvo durante años con su sucesor, Gordon Brown, a quien describe como "insoportable" y carente de toda "inteligencia emocional".
En las 718 páginas de A Journey (Un viaje), el ex premier relata los acontecimientos más importantes de sus 10 años en el gobierno, como el proceso de paz en Irlanda del Norte, la muerte de la princesa Diana -a quien calificó de "manipuladora"-, los ataques del 11 de Septiembre y la polémica invasión de Irak. Al respecto, Blair escribió que no pudo imaginar la "pesadilla" que se desató en Irak, pero aún así no lamenta haberse sumado a la operación militar encabezada por Estados Unidos.
Pero lo más jugoso del libro es su ya conocida mala relación con Brown, quien fue su ministro de Economía y lo sucedió al frente del gobierno en junio de 2007.
En ese sentido, el antiguo líder laborista califica a Brown de hombre "insoportable", pero un ministro de Economía "capaz y brillante" que lo sometía a unas presiones "implacables".
También consideraba a Brown un "tipo raro" y estaba seguro de que nunca iba a funcionar como primer ministro, si bien sabía que no podía impedir su llegada al número 10 de Downing Street por el poder que tenía en las bases del partido y los medios de comunicación.
"Cálculo político, sí. Sentimientos políticos, no. Inteligencia analítica, totalmente. Inteligencia emocional, cero", escribió Blair sobre Brown en sus memorias.
En unas declaraciones a la BBC, Blair describió su relación con el actual jefe de gobierno como "muy, muy difícil", aunque también "muy íntima".
"Hacia el final, francamente, resultó muy difícil, casi imposible [trabajar con él]", explicó Blair.
"El problema es que cuando era mi número dos, la gente tal vez sobrevaloró su capacidad para ser primer ministro" y "en sus tres últimos años, ya como primer ministro, la gente en cambio tal vez infravaloró sus puntos fuertes".
En extractos de sus memorias difundidos antes de la publicación del libro, Blair reafirmó que la invasión iraquí estaba justificada porque Saddam Hussein suponía una amenaza mundial y podría haber desarrollado armas de destrucción masiva.
"No puedo lamentar la decisión de ir a la guerra. Puedo decir que nunca intuí la pesadilla que se iba a desencadenar", escribió Blair, en referencia a los años de violencia política y sectaria que se vivieron en Irak tras la invasión.
"He reflexionado a menudo si me equivoqué. Les pido que reflexionen si pude haber tenido razón", añadió.
Blair fue el principal aliado del ex presidente de Estados Unidos George W. Bush en su determinación de invadir Irak.
La decisión fue la más controvertida de los 10 años de Blair en el poder, desató multitudinarias protestas, divisiones en el seno del Partido Laborista y acusaciones de que había engañado a los británicos respecto de las razones para ir a la guerra, cuando las armas de destrucción masiva no se encontraron.

Familia real

En otro pasaje del libro, el ex primer ministro describe una comida con la familia real en la que el príncipe Felipe, esposo de la reina, cocinó y otros miembros de la familia real sirvieron la mesa y lavaron los platos.
"Se creerá que bromeo, pero no. Se pusieron los guantes y metieron las manos en el agua. Uno está allí sentado después de la comida, la reina te pregunta si has terminado y se lleva los platos a la cocina."
Sobre Diana de Gales dice que conectó inmediatamente con ella y la recuerda como una persona sencilla y encantadora, pero también obstinada y muy emocional.
"Realmente me agradaba y, por supuesto, me tragaba todo aquello de la princesa hermosa como cualquier otra persona, pero también tenía mis dudas", escribió Blair. "Eramos los dos, a nuestra manera, manipuladores", destacó el ex mandatario.
Los libreros británicos reportan un elevado interés por el libro, por el que Blair recibió unos 7,5 millones de dólares, que donó a un fondo de beneficencia para los soldados heridos.
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REINO UNIDO 2013. Los latinos de Inglaterra buscan ser reconocidos


Planetario

Los latinos de Inglaterra buscan ser reconocidos

Por   | Para LA NACION

LONDRES.- De las muchas preguntas que el migrante latino enfrenta fuera de su país, hay una que es particularmente difícil de responder. Esa pregunta parece estar en todos lados y, en Inglaterra, a veces es obsesiva. La semana pasada llamé a un centro de "ayuda al cliente" para quejarme por un problema con mi conexión a Internet. Al finalizar la conversación, la operadora me preguntó si podía hacerme una serie de preguntas, anónimas, claro, porque estaban evaluando el perfil de sus usuarios.¿En qué categoría de edad está?-Entre 30 y 40.-¿Tiene algún tipo de discapacidad? -No.-¿A qué grupo étnico pertenece?-Latinoamericano. No quería responder que no sabía, que ya había tenido esa discusión en un trabajo cuando, al intentar llenar un formulario, esa categoría no era una opción. Pero, para muchos latinoamericanos, el concepto de "etnia" es tan importante que están exigiendo, en Inglaterra y en otros países, que se la reconozca como tal y se la incluya como opción en formularios oficiales. En EE.UU., el Census Bureau, encargado de las encuestas nacionales, quiere añadir la categoría "latino" como grupo separado en el censo de 2020. Y en Londres algunos miembros de la casi invisible comunidad latina luchan por el mismo reconocimiento.

REINO UNIDO 2013 Fuerte rechazo del gobierno británico a una mediación papal

Fuerte rechazo del gobierno británico a una mediación papal

Sorpresa, inquietud y negativa tajante. En ese orden la diplomacia británica recibió ayer el pedido que hizo la presidenta Cristina Kirchner para que el papa Francisco interceda en el conflicto con Gran Bretaña por el reclamo de soberanía en las islas Malvinas.
"No esperamos que el Vaticano cambie la posición histórica", reflexionó a LA NACION un vocero del Foreign Office. De esta manera, el Reino Unido desechó de plano la posibilidad de que el papa Francisco, por el hecho de tener nacionalidad argentina, vaya a intervenir en la disputa de Londres y Buenos Aires por las islas Malvinas.
"La Santa Sede es clara en considerar que la cuestión de las islas Falkland [Malvinas] es de índole bilateral entre naciones soberanas y que no tiene un papel que desempeñar. No esperamos que cambie esa posición", apuntó el portavoz del Foreign Office.
Así, la posición del gobierno británico no cambió en nada respecto de los alcances de la disputa por las Malvinas, aunque ayer claramente Londres bajó el nivel de confrontación con el papa Francisco. Es que la semana pasada, pocas horas después de que se conociera el nombramiento del nuevo pontífice, el primer ministro británico, David Cameron, manifestó su desacuerdo "respetuoso" con el papa Francisco en torno al reclamo argentino de soberanía sobre las islas Malvinas. Lo hizo al recordar un comentario que Jorge Bergoglio hizo en 2011, cuando declaró abiertamente que las islas son argentinas.
Video: En la primera audiencia con un presidente que brindó Francisco, habló con Cristina Kirchner sobre diversos temas
 
Ayer, el gobierno británico volvió a recordar que los malvinenses reafirmaron recientemente en un referéndum sus deseos de seguir siendo británicos. En esa consulta el 99% de los isleños apoyó el voto por el sí para continuar bajo el ala de la corona británica. La presidenta Cristina Kirchner no sólo calificó de "ilegal" ese referéndum, sino que ayer redobló su apuesta al pedir una suerte de mediación papal por las Malvinas. La jefa del Estado invocó al papa Juan Pablo II, que intercedió en el conflicto con Chile por el control del canal Beagle. Aquella mediación papal evitó una guerra entre ambos países en 1978 y fue una de las pocas mediaciones del Vaticano que llegaron a buen puerto para destrabar conflictos territoriales entre países.
La mediación papal de aquel entonces frenó una guerra y las gestiones las llevó el cardenal italiano Antonio Samoré, que había designado Juan Pablo II. El arbitraje se empezó a tejer bajo los gobiernos militares de Augusto Pinochet y de Jorge Rafael Videla y sólo se pudo firmar en 1984 durante la presidencia de Raúl Alfonsín y tras un referéndum favorable. La mediación se realizó porque tanto Chile como la Argentina habían solicitado en forma conjunta la intervención del Vaticano, algo que ahora no sucede con las islas Malvinas.
Es poco probable que el llamado de la Presidenta a una mediación papal tenga eco en Gran Bretaña, donde la mayoría de la gente es anglicana.
En las islas Malvinas sólo existen 300 católicos y apenas un 10% de éstos son practicantes. Pero más allá de ello el sacerdote de la iglesia St Mary's de Puerto Argentino, Richard McPartland, se mostró optimista respecto de la designación del papa Francisco y detalló que le gustaría que luego de ir a la Argentina el Santo Padre viaje a las islas.
En cambio, Mike Summers, que es uno de los siete asambleístas del gobierno local expresó a LA NACION que el pedido de una mediación papal por el conflicto del Atlántico Sur es "vergonzoso". A su vez, Summers añadió que "el Papa tiene problemas enormes para hacer frente a la iglesia católica y no es un político internacional. Por lo tanto, no debe participar en los asuntos políticos, cualquiera que sea su nacionalidad"..

VATICANO 2013 Cristina le pidió a Francisco que medie ante Londres por Malvinas

Diario "La Capital". Rosario, Martes, 19 de marzo de 2013

Cristina le pidió a Francisco que medie ante Londres por Malvinas

La presidenta es el primer jefe de Estado recibido por el nuevo Sumo Pontífice en su residencia del Vaticano. El encuentro, que incluyó un almuerzo, aparece como un gesto de distensión luego de los enfrentamientos que tuvieron durante años.

Todo bien. Cristina, de negro y con el sombrero protocolar, dialoga animadamente con el Papa Francisco.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se entrevistó ayer con el Papa Francisco, a quien le pidió su "mediación" para lograr un "diálogo" con Gran Bretaña sobre la soberanía de las islas Malvinas, en el primer contacto del pontífice con un jefe de Estado.
"Solicité su mediación para lograr el diálogo en la cuestión Malvinas", explicó la mandataria.
Cristina Kirchner, a la vez, invitó formalmente a Francisco a visitar el país en julio próximo y confirmó que el argentino subrayó "el rol que están cumpliendo los distintos gobernantes de América latina", que "trabajan unidos por la Patria Grande".
La reunión, en el mediodía de El Vaticano, fue el primer encuentro formal de Francisco con un jefe de Estado, lo que se interpretó como una señal de distensión entre Jorge Bergoglio y la Casa Rosada, luego de años de tensa relación durante el paso del ahora Papa por la titularidad de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y el Arzobispado de Buenos Aires.
En Roma, adonde viajó para asistir hoy a la entronización papal, la mandataria resaltó que "no hay peligro bélico de ninguna naturaleza, más allá de la militarización que el Reino Unido está teniendo sobre el Atlántico Sur, no solamente sobre las Malvinas". "Argentina es un país más que pacífico, lo único que queremos es que se cumplan las múltiples resoluciones de Naciones Unidas", enfatizó la presidenta y agregó: "Lo que estamos reclamando es diálogo y hemos pedido a Francisco precisamente, al Papa Francisco, que interceda para que ese diálogo entre el Reino Unido y la Argentina pueda llevarse a cabo". La jefa de Estado se pronunció de esta manera al ofrecer una declaración a la prensa nacional e internacional, en el hotel romano Eden, donde se hospeda, tras su almuerzo con el Papa en la residencia Santa Marta.
Cristina Kirchner reveló que después "de muchas anécdotas y de muchas cuestiones que tienen que ver con la Argentina", abordó con el Sumo Pontífice la cuestión de Malvinas, que definió como "un tema muy sentido para los argentinos". De inmediato, confirmó que solicitó a Francisco "su intermediación para lograr el diálogo en la cuestión Malvinas" y recordó el "dramático momento" que en 1978 vivieron Chile y Argentina, cuando "gobernados por dos dictaduras, una la de Pinochet y otra la de Videla, se estuvo a punto de un enfrentamiento bélico por el canal de Beagle".
En ese sentido, destacó que "por la intermediación de Juan Pablo II, a través de su representante el cardenal Antonio Samoré, se llegó finalmente a un acuerdo que luego fue plebiscitado en democracia".
La jefa de Estado recordó que ahora los argentinos están "ante una oportunidad histórica diferente, mucho más favorable", sobre la cuestión Malvinas, dado que "gobiernan ambos países, el Reino Unido y la República Argentina, gobiernos democráticos, surgidos de elecciones democráticas".
"Esto es lo que le pedimos al Santo Padre, su intermediación para lograr un diálogo entre las partes. Nada más que esto", afirmó la mandataria.
Además, aseguró que "es imprescindible que en el mundo, este mundo globalizado tan complejo, comiencen todos los países a cumplir precisamente todas las resoluciones de Naciones Unidas".
Tras la elección de Bergoglio en Roma, la prensa británica sacó a la luz unos comentarios hechos en 2011 por el entonces primado de Argentina, en los cuales se refería a las disputadas islas como "nuestras".
“Diferente”
“Es natural que si viene la presidenta argentina, que es del país del Papa, la reciba de manera diferente”, dijo el vocero, Federico Lombardi.

jueves, 25 de junio de 2015

VETERANO. 2015 La Corte reconoció pensiones por Malvinas

Beneficio

La Corte reconoció pensiones por Malvinas

Por  | LA NACION
 
La Corte Suprema reconoció el derecho a cobrar una pensión a un ex suboficial que, durante la Guerra de las islas Malvinas, se desempeñó como controlador aéreo en la base continental de Río Grande y que, si bien "no entró efectivamente en combate", estuvo en "condiciones de acción" y "prestó una colaboración directa, activa y determinante con los combatientes".
El alto tribunal, en este importante fallo, flexibilizó un poco los requisitos que se exigen a quienes reclaman el derecho a la pensión y declaró inconstitucional la ley 24.892, que extendió a los oficiales y suboficiales el derecho a la pensión que la ley 23.848 le había reconocido a los conscriptos.
Esas leyes establecieron que sólo pueden reclamar una pensión los ex conscriptos, oficiales, suboficiales y civiles "que hayan estado destinados en el teatro de Operaciones Malvinas (TOM)" o bien los que, habiendo estado en el área más amplia del "Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS) acrediten que entraron efecitvamente en combate".
Para la Corte, el ex suboficial Carmelo Gerez, que fue trasladado a la Base Aeronaval de Río Grande y actuó como controlador aéreo de aviones de ataque, no entró en combate, pero sí estuvo en "condiciones de acción" y "prestó una colaboración directa, activa y determinante con los combatientes".
La sentencia lleva las firmas del presidente del alto tribunal, Ricardo Lorenzetti; Juan Carlos Maqueda y Carlos Fayt. Elena Highton no votó.
En términos generales, durante la aventura militar encarada por el gobierno de facto en 1982 estuvieron bajo bandera, aproximadamente, unos 200.000 jóvenes, de los cuales sólo unos 10.000 pisaron las islas.
Hasta ahora, el Estado decidió pagar un resarcimiento a unas 22.000 personas, entre ellas, los soldados y oficiales de las tres fuerzas que sí estuvieron en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur, es decir, en las islas y áreas circundantes.
Sin embargo, hay otra cantidad similar de personas -de las cuales menos de 2000 habrían iniciado demandas judiciales- que estuvieron en el continente. Y, además, desde hace siete años, un campamento de ex soldados instalado en Plaza de Mayo reclama la sanción de una nueva ley que otorgue beneficios a un número más amplio de soldados.
En la causa, la Corte aceptó que Gerez había probado que, luego del hundimiento del crucero General Belgrano, fue movilizado a la Base Aeronaval de Río Grande, en Tierra del Fuego; fue trasladado en un avión de la Armada, cargado con munición de guerra; se desempeñó como controlador aéreo de los aviones que, con misiles y bombas, atacaron la flota inglesa y, finalmente, cumplió funciones de vigilancia ante eventuales desembarcos ingleses en el estrecho de Magallanes.
La Corte, en su sentencia, analizó que la ley 24.892, a los efectos de admitir el reclamo de una pensión como veterano de guerra, exigió que el reclamante demuestre:
1) Que cumplió funciones entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 en las islas Malvinas.
2) Que cumplió funciones en esas mismas fechas, en el más amplio Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS) y, en este caso haber entrado efectivamente en combate.
Para la Corte Suprema, esa discriminación entre dos zonas y la exigencia estrica de que quienes estuvieron en TOAS demuestren "haber entrado efectivamente en combate" es inconstitucional, porque resulta arbitraria.
La Corte, de oficio y sin que lo hubiera pedido Gerez, resolvió que en el caso de este suboficial, "el condicionamiento geográfico pudo resultar caprichoso o irrazonable", porque la base aeronaval donde se desempeñaba Gerez como controlador aéreo era un "lugar próximo al frente de guerra", desde "donde partieron misiones aéreas de ataque dirigidas al TOM, con el consiguiente riesgo cierto de hostilidades y represalias del enemigo".
"Las actividades desarrolladas desde el continente no se distinguen de las desarrolladas por quienes combatieron de manera efectiva en los términos de la ley 24.892", concluyó la Corte para favorecer a quienes estuvieron en "condiciones de acción" y "prestaron colaboración directa"..

Malvinas/Falkland: “patria sí, colonia no”

john fowler, ‘falklander’

Malvinas/Falkland: “patria sí, colonia no”

John Fowler vivía en las islas, donde era responsable de Educación del gobierno colonial, cuando llegaron los argentinos. Sus recuerdos y sus planteos para solucionar el diferendo.


Una expresión popular inglesa dice que el hogar es allí donde está el corazón. Quizá sea esa vieja frase lo que haya motivado, en 1971, a una pareja de por entonces jóvenes maestros recién graduados de York a encarar la travesía hacia unas islas remotas en el Atlántico Sur. La oferta era trabajar en un internado. El deseo de John Fowler y su mujer, Veronica, era viajar y enseñar en distintos lugares del mundo. Pero pasaron los años, llegaron los hijos –primero Rachael y luego Daniel, nacido unos pocos días después del 2 de abril de 1982– y esas islas –que de un lado se llamaban Malvinas y en otro eran las Falkland– se convirtieron en el hogar. “Si no hubiera sido por la increíble amabilidad de la gente del camp (N. de R.: como llaman en las islas a los habitantes de las estancias y áreas rurales) lo hubiéramos tomado como un destino más y nos hubiésemos ido ni bien se nos terminaba el contrato. Pero la gente generosa que encontramos, que nos enseñó cómo vivir en el campo y todo lo que podíamos disfrutar, nos mantuvo acá. Tanto que después finalmente nos fuimos… y volvimos, para siempre”, dice el maestro retirado y actual director adjunto del diario local, Penguin News, a PERFIL desde su casa en Port Stanley.
La voz de Fowler suena precisa y afable, igual a la que se adivina en las páginas del libro (ver suplemento Domingo) que decidió escribir “para no tener que repetir una y otra vez la misma historia” después del 30º aniversario de una guerra que todavía duele y, según dice, impactó a los pobladores de “uno de los lugares más pacíficos del mundo” como una “absoluta sorpresa. Hasta 1982, estábamos tan lejos de ello que para nosotros la pregunta no era si íbamos o no a convertirnos en parte de la Argentina sino sólo cómo y cuándo eso iba a suceder. Por eso la invasión nos tomó tan de sorpresa: nosotros creíamos que ya habíamos sido entregados de todas maneras”. Su planteo es puramente lógico: durante décadas, el intercambio entre los isleños y el continente era algo habitual. Si, por ejemplo, alguien no podía ser atendido en el hospital local era trasladado al Británico de Buenos Aires, conectado con vuelos regulares de la entonces línea estatal LADE. “Pero la sorpresa de ver un día el jardín de tu casa atravesado por balas trazadoras es algo que realmente no esperábamos”, asegura.
Ser o no ser. La pregunta resulta inevitable; pero antes de formularla la respuesta llega sola: los habitantes de las islas, dice Fowler, “han estado aquí por cinco, seis, siete generaciones. En un punto es gracias a la insistencia del actual gobierno argentino sobre la soberanía que hemos empezado a pensar más acerca de nuestra identidad. Nosotros somos, sobre todo, falklanders,  primero, y británicos en segundo lugar. Es una cuestión de identidad. Quizá hemos sobreenfatizado la naturaleza británica de nuestra existencia en el pasado, pero de muchas maneras tenemos nuestra propia cultura popular, que viene desde el camp, y que tiene que ver mucho más con la Patagonia que con Gran Bretaña”. El tema de los reclamos diplomáticos argentinos y la respuesta británica sobrevolará la charla. Fowler es determinante: “No tenemos ningún deseo de ser representados en el Parlamento; mucho menos de pagar impuestos británicos, y ni siquiera permitimos a los ciudadanos del Reino Unido venir aquí libremente. Deben observar las mismas reglamentaciones para inmigrar que cualquier otro ciudadano del mundo, incluidos los argentinos”, explica.
Los hijos de Fowler son una muestra cabal de ese sentimiento de identidad: “No tienen realmente memoria de sus primeros años aquí, porque en 1984 nos fuimos, primero al Pacífico Sur y después a Escocia. Pero cuando les sugerimos que quizá volviéramos sintieron curiosidad por ver el lugar donde habían nacido, el que era su hogar”. Daniel –el primero de los cuatro niños nacidos en Malvinas durante la guerra y el que más sufrió, según su padre, las consecuencias del estrés de haber estado sometido a los estruendos permanentes del combate– volvió después de estudiar en Inglaterra y ahora trabaja para el Departamento de Agricultura, en bioseguridad. Rachael se casó con un irlandés, tiene tres hijos –y uno más en camino, noticia de la que Fowler se enteró horas antes de la charla con PERFIL– y trabaja como enfermera comunitaria en Liverpool. “No descarta volver, porque siente que ser isleño es como pertenecer a una especie de club exclusivo, donde uno no tiene que explicar nada a nadie”.
—En ese contexto apacible que describe, ¿cómo se lidia con los sentimientos encontrados de convivir con ese otro que también se convierte, inevitablemente, en alguien familiar?
—Para quienes viven en sociedades más abiertas es muy difícil entender la real idiosincrasia de los isleños. Se trata de gente que no está acostumbrada a ver más de cuatro o cinco personas –posiblemente, todos miembros de su propia familia– por día, y todo el mundo se conoce con todo el mundo, hasta el punto de reconocer también perros y caballos. En ese clima, la experiencia de la invasión se vivió como algo extremadamente traumático. Nosotros veíamos a los conscriptos que marchaban por Stanley y estábamos eventualmente tan cerca que, más allá de verlos como ‘enemigos’, los empezamos a identificar, y se veían tan familiares como un hermano, un hijo, un sobrino. No resultó difícil empezar a sentir pena por ellos, por las condiciones en las que pasaban los días”.
Aun con el temor de ser, como dice en el libro con un dejo de ironía, “acusado de colaboracionista”, Fowler les ofrecía café a los soldados que veía desde adentro de su oficina de la Superintendencia de Educación –cargo que tenía en el momento del desembarco argentino– y se enteraba de cómo otros vecinos hacían lo mismo: “La mujer del superintendente de Agua veía todos los días al mismo conscripto haciendo guardia. Veía cómo temblaba de frío, día y noche. Y empezó a tejerle una bufanda. Años más tarde, ese soldado contó que todavía la conserva, y que es su tesoro más grande”, describe.
No soy de aquí ni soy de allá. A través de su relato escrito de los días de la guerra –y durante la entrevista telefónica también–, a Fowler se lo percibe casi obsesivamente preocupado por establecer una especie de tercera posición, alejada de los relatos épicos de uno y otro bando. Y esto también aparece cuando se le pregunta por el presente.
—Como ex alumna primaria de esa época, recuerdo qué nos decían aquí en la escuela durante la guerra. ¿Cómo se enseña hoy en las islas ese tema?
—Es una buena pregunta de cuya respuesta no estoy muy seguro... No sé si actualmente se trate de alguna manera diferente, pero uno de los problemas de cuando yo aún enseñaba es que seguimos esencialmente la currícula británica, para dar los exámenes de allí, y en ese programa no es un tema que se desarrolle en forma extensa ni profunda.
—Y los reclamos argentinos sobre la soberanía, ¿lo preocupan o vive al margen de ellos?
—Por supuesto que es algo que no me pasa desapercibido. Lo más desesperanzador es la inhabilidad continua del gobierno de Cristina Kirchner de aceptar que nosotros somos algo diferente de los británicos. Como pueblo, tenemos un sentido establecido de separación, de haber emergido de una situación colonial, y no nos sentimos responsables de nada que haya pasado o pudiera haber pasado en 1833. Por lo que sí estamos realmente preocupados es por el hecho de que alguien sienta la necesidad de poseer lo que sentimos es nuestro hogar. Lo único que hace eso es complicar las relaciones a futuro. Dicho esto, con todo lo que uno podría criticar del gobierno de (Carlos) Menem, durante ese período al menos teníamos acuerdos laborales con Argentina, particularmente en temas que nos ocupan a ambos pueblos, gracias al llamado “paraguas de soberanía”. Hoy ni siquiera tenemos ese contacto, ni un interlocutor del otro lado que acepte que nosotros existimos.
—Y la potestad británica, ¿les interesa descartarla también?
—En este momento no podemos darnos el lujo de no contar con la protección de Gran Bretaña. Quizá por el endurecimiento de la posición del gobierno argentino, el gobierno británico intensificó su actitud de defensa de nuestro estatus. Por eso, nuestro espíritu soberano está, digamos, aplacado ante el escenario actual, lo que no quiere decir que algunos de nosotros no soñemos con el día en el que podamos, por fin, convertirnos en un pequeño país sudamericano: no necesitaremos estar militarizados, ni protegidos, ni tomados como un punto estratégico en el mapa, a pesar de lo que (el canciller Héctor) Timerman y su Presidenta tengan para decir al respecto.
—Quizá sea algo que vea su cuarto nieto…
—Esperemos que sí. Sería muy bueno darle una resolución a esto y que todos podamos volver a relacionarnos como los vecinos que siempre hemos sido, y que todos –de un lado y de otro– finalmente entiendan que nosotros no queremos ser una colonia de nadie nunca más.
Volver a Malvinas: la verdad de la milanesa
El 2 de abril de 1981, exactamente un año antes de que se produjera el desembarco argentino en Malvinas, Roberto Herrscher empezaba el servicio militar obligatorio. Le había tocado Marina, que ya se había reducido a 14 meses.
“¿Qué sabe hacer?”, le preguntaron. El ex alumno de colegio bilingüe respondió sin dudar: “Hablo inglés”. Todo “para salvarme de ir a limpiar letrinas”. Después de su instrucción en Puerto Belgrano recaló como traductor ante un cuerpo de marines cuya fragata había venido al puerto de Buenos Aires y al que “el pueblo argentino iba a mirar como héroes”, dice desde Barcelona, donde vive y dirige un máster de periodismo. Porque, explica, “me hice periodista por la causa profunda de querer entender el mundo en el que, a mí, un chico de clase media acomodada que no sabía qué era la injusticia, me pasó una guerra”. A sólo dos meses de terminar su conscripción salió para Malvinas. Allí hizo de estibador, de grumete y, también, de traductor. Tras el hundimiento del Belgrano “nos mandaron a tomar los barquitos que tenían los isleños. A mí me tocó el Penélope, un velero de madera de 1927 de sólo 16 metros de eslora”. En junio volvió a Puerto Argentino, como él lo llama. El último discurso de Menéndez lo escuchó en el 10 de John Street, la casa de un ex funcionario de la colonia donde lo habían instalado. Veinticinco años más tarde, Herrscher volvió sobre sus pasos para revivir su guerra y escribió un libro, Los viajes del Penélope. En las islas se encontró, una vez más, con el destino: vio a tres de las personas con las que se había cruzado en aquel tiempo, pudo hablar con ellos y, en un pub, le presentaron a John Fowler, a quien habían reinstalado con su familia en la casa de John Street tras perder la suya. “Ni bien entablamos confianza me dijo: ‘¡Qué ricas estaban las milanesas!’.” No sabía de qué me hablaba, pero me acordé: habíamos dejado algunas hechas cuando tuvimos que salir. Entonces sentí una especie de conexión indisoluble con quien era mi supuesto enemigo”, dice. Y va más allá: lo llama “amigo y compatriota”, porque “la patria es -o debería ser- más grande que el país. La tierra común de los hombres buenos”

UN TANGO PARA MALVINAS

Diario "Perfil". Buenos Aires, 30 de marzo de 2014.

ARGENTINA 2013 Una versión del Himno Nacional bien malvinera


grabada por veteranos

Una versión del Himno Nacional bien malvinera

Ejecutada por Claudio Szpin y Sergio Vainroj, se escucha en los actos oficiales del Municipio de Morón. Recuerdos de la guerra y un tango.





“¡Oh juremos con gloria morir!”, cantó emocionado Claudio Szpin, y la frase resonó de tal forma en el Salón de Actos de la Escuela Provincial 53 de la localidad bonaerense de Morón que todos los presentes sintieron la emoción que emanaba de
su voz en ese momento. A su lado, su amigo Sergio Vainroj intentaba contener las lágrimas mientras tocaba en el piano los últimos compases del Himno Nacional.
Para ambos, las estrofas finales de la canción patria tienen un sentimiento especial y un significado que les cuesta explicar con palabras: son veteranos de la guerra de Malvinas y estuvieron cerca de dejar su vida para defender el territorio nacional.
Melodía inconclusa. Pero esa tarde del 4 de julio de 2013, la versión del Himno que hicieron en el acto en el que le estaban poniendo el nombre del ex combatiente Luis Alberto Ibáñez (fallecido en el
Crucero General Belgrano) a la Biblioteca de su colegio primario tuvo un sentido diferente: presentaban oficialmente la grabación que habían hecho para el
Municipio de Morón para ser distribuida en todos los establecimientos educativos de esa localidad.
El proyecto, único en el país, había surgido en las numerosas charlas entre ambos en las que recordaban las experiencias que habían vivido durante los combates y, especialmente, en el regreso al continente en el buque inglés Canberra, donde Vainroj lo interpretó para todos sus compañeros y fue interrumpido por el golpe de un británico (ver recuadro).
La melodía había quedado inconclusa y así permanecería en su vida durante los treinta años siguientes, clavada como un puñal en sus recuerdos, que van y vienen en su mente cada vez que se sienta al piano para ejecutarla.
Szpin, que estaba estudiando canto y conocía la historia de su amigo, le propuso el año pasado hacer una versión juntos. A Vainroj le gustó la idea y se la comentó a sus compañeros del Centro de Veteranos de Morón, con quienes suele tocar el Himno en cada acto del 2 de abril.
De allí surgió la propuesta de que lo cantaran juntos en el trigésimo aniversario de la guerra, que realizarían en conjunto con la municipalidad de esa localidad. La interpretación les salió tan bien, que la entidad decidió elevarle un proyecto al intendente Lucas Ghi para grabarla en un estudio.
“Es una idea en conjunto porque nos acordábamos de lo que había pasado en el Canberra pero no sabíamos que había sido Sergio el que la había protagonizado, hasta que llegó con la idea de grabarlo. Se la presentamos al intendente y le gustó la propuesta”, afirma Reinaldo Arce, presidente del Centro de Veteranos de Malvinas de Morón.
Ghi no sólo le dio el visto bueno al proyecto sino que, además, les propuso distribuir el CD en todas las escuelas públicas y privadas de su distrito para que lo utilicen en los actos patrios y las fechas conmemorativas. Incluso decidió que ésa será la versión que se usará en las actividades oficiales del municipio.
“La idea nuestra era contribuir a un final feliz de la historia de Sergio y concluir ese episodio que está tan arraigado en nuestra historia reciente, con las connotaciones que tiene Malvinas por el dolor por las pérdidas, pero también por los tipos que con 18 o 19 años fueron a jugarse sin saber muy bien por qué, pero creyendo que había un valor atrás que justificaba esa entrega –afirma el intendente–. Nuestro propósito era compartir y masificar también esa historia del Himno inconcluso con la comunidad de Morón. Vamos a distribuir las copias por las más de 200 escuelas que tenemos en nuestro distrito para que lo utilicen como el oficial y nosotros en la Municipalidad también lo vamos a usar”.
Esto tiene un doble significado para los veteranos de Malvinas ya que, por un lado, es un reconocimiento a sus treinta años de lucha y, al mismo tiempo, “una reivindicación sumamente positiva” del rol que cumplieron durante la guerra, según detalla Arce.
A su vez, el haber grabado esta versión le permitió a Vainroj cerrar parte de su historia en la guerra. “Esto me sirve para poder concluir lo que ocurrió en el Canberra y compartirlo con todos”, afirma.
Pero también les ha dado un incentivo a los ex combatientes para seguir trabajando en nuevas ideas, ya que el Centro de Veteranos de Malvinas de Morón planea gestionar ante el gobierno de Daniel Scioli que este CD sea utilizado en todos en los actos que se realicen en los colegios de la provincia de Buenos Aires.
Soldados judíos. Todo fue muy vertiginoso desde que surgió la idea hasta que se concretó y lo presentaron, por lo que los propios protagonistas no dejan de sorprenderse por el movimiento que se generó y la reacción que perciben en los chicos cuando se enteran de que los intérpretes son ex combatientes.
“Estuvo muy bueno el acto (del 4 de julio) porque los chicos se pusieron a cantar el Himno y se notaba que lo hacían con ganas y no de
compromiso como en cualquier otra fiesta patria”, resalta Szpin.
Los alumnos no hicieron más que reflejar el sentimiento que les transmitieron ambos cuando lo entonaron desde el escenario.
Es que para ellos no es una canción más, porque trae consigo una carga emotiva que viene acumulándose desde hace 31 años, especialmente para Vainroj.
“Es muy emocionante tocarlo. No es una música más porque tiene una carga muy particular. Es revivir lo que pasó en el Canberra, se me mezclan muchas imágenes de ese momento: mis manos sobre el piano, los ruidos que había y toda la película de la guerra y los años posteriores hasta el día de hoy. Voy y vuelvo y después me doy cuenta de que estamos con los compañeros cantándolo en una escuela en 2013. Es algo que me sobrepasa. Es una parte de mi vida personal”, destaca.
Szpin concuerda. “Me pasan un montón de emociones cuando entono el Himno, lo siento mucho.
Nosotros vivimos la situación que dice su frase final. Fuimos a morir con gloria a pesar de todas las situaciones y las cosas complicadas que sufrimos. Pensábamos hacerlo dentro de nuestra capacidad. Cuando la canto, recuerdo mucho ese momento”, afirma.
Estos sentimientos volvieron a plasmarlos el 11 de noviembre, cuando lo cantaron en el homenaje que les hizo la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires a los soldados judíos que combatieron en Malvinas.
Ambos están orgullosos de su trabajo y agradecidos por haber tenido la oportunidad de grabarlo y por el
reconocimiento público,
pero sienten que aún les falta un paso más, un sueño que ansían que alguna vez se concrete: que las escuelas judías del país usen su versión en los actos patrios.
“Me encantaría que fuera el Himno que se toque en las escuelas judías. Sería un gran orgullo para mí, porque detrás de esa versión
estamos dos veteranos de guerra judíos que lo grabamos. Sería un reconocimiento más y eso es muy bueno y sanador para nosotros”, concluye
Vainroj.

Aquella vez, a bordo del ‘Canberra’
Sergio Vainroj es músico y toca el piano desde que era chico. A los 18 años lo movilizaron a las islas
Malvinas junto con su regimiento, el Infantería Mecanizado 3, de la localidad bonaerense de La Tablada, donde sufrió los maltratos de su superior por su condición de judío.
Luego de la rendición, lo embarcaron en el buque inglés Canberra, donde viviría un suceso que lo marcaría durante toda su vida. Esta es su historia:
“Nos ubicaron en un salón grande donde había un piano. Pensé: ‘Quiero tocar’, y se lo dije a mi compañero
Carlos Sabin. El me animó para que fuera. Me daba miedo porque era una situación especial, estaban los
ingleses apuntándonos, éramos prisioneros.
”Me acerqué a un soldado y le pedí permiso. Me abrió la tapa y empecé con algo de Piazzolla y Bach. En ese momento, Sabín me gritó: ‘Tocá el
Himno Nacional. Otros soldados me pidieron lo mismo.
”Paré un momento. Me quedé quieto, en silencio, y largué con la introducción. En eso, escucho la voz de un oficial que ordenó: ‘Soldados, de pie, el Himno Nacional’. Todos se pararon y se produjo mucho movimiento.
”Los ingleses pensaron que era un amotinamiento. Se oyó el ruido de armas cargando, vinieron otros y empezaron a gritar que nos sentáramos.
Yo seguía tocando. El que me había abierto el piano me agarró del brazo, me empujó y caí encima de mis compañeros.
”El Himno quedó inconcluso, en el aire, sin llegar a la parte de la letra.
Fue un sentimiento de libertad y rebeldía típica de adolescente.
Sentí alegría y alivio, y pensé: ‘Estamos acá, no nos vencieron ni nos vencerán”.



sábado, 20 de junio de 2015

ARGENTINA. (2014) "HUBIERA PREFERIDO OTRO DISCURSO POR MALVINAS"

Dioario "Clarín". Buenos Aires, 7 de abril de 2014.

ARGENTINA. 2014.En Malvinas, no trabajar para Gran Bretaña

Diario "Clarín". Buenos Aires, 7 de abril de 2014.

En Malvinas, no trabajar para Gran Bretaña

TRIBUNA
  • Rubén Giustiniani SENADOR NACIONAL. SECRETARIO COMISION DE RELACIONES EXTERIORES

El 69° período de sesiones de la Asamblea General se inaugurará en la sede de las Naciones Unidas el martes 16 de setiembre de este año. La Asamblea celebra en forma intensiva un período de sesiones cada año, de setiembre a diciembre, o durante más tiempo si fuese necesario.
La última Resolución de la Asamblea General referida a la Cuestión Malvinas, favorable a la Argentina, se produjo durante el gobierno de Raúl Alfonsín en 198 8. Después, la gestión de Menem- Cavallo resolvió no seguir haciendo la presentación a la Asamblea General, situación que llega hasta nuestros días.
El año que viene se cumplirán 50 años de la histórica Resolución 2065, donde la Asamblea General reconoció la existencia de una disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido e invitó a ambos países a negociar para encontrar una solución pacífica a la controversia. Luego vinieron otras Resoluciones de la Asamblea General, todas sistemáticamente desconocidas por el Reino Unido ya que instaban a las partes a sentarse a negociar.
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Malvinas, desde hace tiempo, ha dejado de ser una cuestión exclusivamente argentina. Hoy América Latina y el Caribe, África y la mayoría de países del mundo no aceptan la vigencia de enclaves coloniales en pleno siglo XXI. También, todos los años, el Comité de Descolonización de la ONU se expide por unanimidad instando al Reino Unido a sentarse a la mesa con Argentina para discutir soberanía.
Es necesario, ante la actual situación, que nuestro país dé un paso importante hacia adelante y presente ante la próxima Asamblea General una propuesta de Resolución que inste a Gran Bretaña a sentarse a una mesa de negociaciones.
El actual status quo favorece al Reino Unido y es así que avanza con hechos consumados como es la explotación de los recursos naturales que nos pertenecen y la militarización del Atlántico Sur violando las Resoluciones existentes y el Derecho Internacional. No tenemos dudas que la mayoría de los países que componen la Comunidad Internacional, rechazan prepotencias imperiales, y apoyarán una vez más, a nuestro país en la Cuestión Malvinas.
Una iniciativa diplomática de tanta trascendencia por parte de Argentina, seguirá el camino de nuestra Constitución Nacional, que en su Disposición Transitoria Primera expresa: “La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional.
La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de los habitantes y conforme a los principios del derecho internacional, constituye un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”.

REINO UNIDO 2014 "Sin el apoyo de Chile, Gran Bretaña hubiese perdido la guerra de Malvinas"

Diario "La Capital". Rosario, Martes, 08 de julio de 2014 01:00

"Sin el apoyo de Chile, Gran Bretaña hubiese perdido la guerra de Malvinas"

Un aviador británico le contó cómo el gobierno de Pinochet permitió a los ingleses tener información vital para el desarrollo de la contienda.


Trama secreta. Pinochet mantuvo encubierta la colaboración que le prestó a Margaret Thatcher.


Un militar británico, Sidney Edwards, el oficial enviado por Margaret Thatcher para conseguir el apoyo secreto del entonces presidente Augusto Pinochet a Gran Bretaña, afirma que "sin el apoyo de Chile hubiéramos perdido la guerra".
"Mi opinión personal, y creo que fue compartida por mis jefes en el Ministerio de Defensa y por Margaret Thatcher, es que la ayuda que recibimos de parte de Chile fue absolutamente crucial. Sin ella, hubiésemos perdido la guerra", aventuró Edwards, un ex oficial de la Real Fuerza Aérea británica (RAF), a la revista chilena Qué Pasa.
Durante la guerra, que comenzó en abril de 1982 y duró dos meses, Chile adoptó públicamente una posición de neutralidad pero, sin embargo, siempre se rumoreó que había prestado apoyo logístico a Londres, algo que finalmente se confirmó hace dos años, al publicarse los archivos oficiales de esa época.
A los 80 años, Edwards decidió salir a contar su historia en el libro "My secret Falklands war" ("Mi guerra de las Malvinas secreta"). Allí cuenta que él fue elegido para llevar adelante las negociaciones en Chile por su dominio del idioma español (que logró tras haber sido agregado aéreo en Madrid) y su experiencia en operaciones conjuntas de inteligencia con otros países.
Edwards contó que el mismo día en que llegó a Santiago de Chile fue recibido por el comandante jefe de la Fuerza Aérea chilena, Fernando Mathei. "El general Matthei me dio la mano cálidamente —cuenta Edwards en su libro—. Me ofreció cooperación total dentro de los límites de lo práctico y de lo diplomáticamente posible. Enfatizó la necesidad de mantener el secreto". El aviador dijo que entendía la delicadeza de las relaciones entre los dos países y continuaron conversando.
"No pude creer la cooperación que logré con él y, por supuesto, con el resto de sus oficiales —continúa Edwards—. Obviamente el general Matthei era un hombre muy pragmático y sabía dos cosas clave: que si Chile no nos ayudaba en la guerra, después los argentinos caminarían derecho a tomar las islas del canal Beagle. Lo otro es que Matthei sabía que ésta era una oportunidad ideal para conseguir armamento, inteligencia y otras cosas que normalmente su país no habría conseguido".
En su libro, Edwards describe en detalle todo el operativo en Chile, con nombres y fechas, a pesar de que fue obligado a eliminar todo registro escrito de aquella época. "Este fue un período muy relevante en mi vida y lo tengo muy fresco en mi memoria", dice.
En su libro, Edwards comenta que el hecho de que en Chile rigiera una dictadura en ese momento facilitó su trabajo, ya que consiguió rápidamente documentos de identidad falsos. Además, manejaba como si fueran propias las oficinas centrales de la Fuerza Aérea chilena y desde allí coordinó el uso de un radar de largo alcance en Punta Arenas, que permitía ver los movimientos aéreos en Ushuaia, Río Gallegos, Río Grande y Comodoro Rivadavia. También desde allí coordinó, junto con Londres, la llegada a Santiago de un equipo del Servicio Aéreo Especial británico (SAS) con un sistema satelital de comunicaciones seguro.
Para el piloto, ese radar fue la principal contribución a la misión británica. "Lo más importante fueron los avisos tempranos de ataques aéreos", dice el ex piloto. "Sin éstos, cuando un fuerza de mar tiene sólo una pequeña defensa aérea, como teníamos, habríamos tenido que montar patrullas aéreas de combate carísimas y aviones volando constantemente, listos para interceptar intrusos", argumenta.
Además, Matthei dejó a su disponibilidad la pista de aterrizaje ubicada en la isla San Félix, a 892 kilómetros de la costa chilena (el gobierno no quería exponer los aeropuertos continentales), para misiones Nimrod, que permitían volar a aviones británicos pintados con los colores chilenos a gran altura cerca de la frontera con la Argentina y obtener información de lo que pasaba en el país.
Edwards remarca que nunca habló con Pinochet durante la misión y que se trató de un hecho deliberado. "El (Pinochet) quería tener una especie de cláusula de escape, para poder negar que tuviera conocimiento de mí. Me parece que lo que quería hacer era que si cualquier cosa salía mal, él podría decir: «Fue Matthei, yo no sabía lo que él estaba haciendo»", explica el piloto.
Tras el final de la guerra, el 14 de junio de 1982 y con un saldo de más de 900 muertos (649 argentinos y 255 británicos), Edwards se quedó unos días más en Chile y salió a festejar al boliche Las Brujas. "Muchos de nuestros colegas chilenos se nos unieron allá y parecían tan contentos como nosotros con la victoria", recuerda el piloto.
Oculto hasta el final
Al regresar a Londres, Sidney Edwards fue condecorado con la Orden del Imperio Británico, Medalla del Atlántico Sur y la Encomienda de la Reina para servicio valioso en el aire. “Pero, para evitar atraer atención al vínculo con Chile, no me pondrían como parte de la lista de la guerra de las Falklands (Malvinas)”, dijo. Edwards sirvió en la RAF durante 31 años. Reside en Letchworth, Hertfordshire, sureste de Inglaterra.