martes, 31 de marzo de 2015

REINO UNIDO. LOS INGLESES ENVIARÁN TROPAS A LAS MALVINAS POR TEMOR A UNA INVASIÓN

La Capital. Rosario, Martes, 24 de marzo de 2015 

Los ingleses enviarán tropas a las Malvinas por temor a una invasión

A 33 años de la guerra. La información fue publicada por el diario sensacionalista británico The Sun, que menciona el apoyo de Rusia a nuestro país.


Tropas inglesas en Malvinas. El Reino Unido enviaría tropas para reforzar sus bases en las islas argentinas.

El Reino Unido enviará más tropas para reforzar las defensas de sus bases en las islas Malvinas ante el temor de una posible invasión argentina apoyada por Rusia, según publicó ayer el diario sensacionalista inglés The Sun, en su tapa.
"La inestable Argentina se está rearmando con apoyo de Putin", asegura en su portada. "Nosotros los respaldamos", es el título de la nota que publica en su portada el diario en la edición de ayer para anunciar el supuesto envío de tropas del Reino Unido a las Islas Malvinas por "temor a una invasión argentina" con apoyo de Rusia.
The Sun afirma que "la inestable Argentina se está rearmando 33 años después de la Guerra de Malvinas con la ayuda de Vladimir Putin" y que el temor a un nuevo ataque argentino al archipiélago austral llevó a las autoridades del Reino Unido a ordenar un refuerzo de sus bases en las Malvinas.
La portada del diario inglés llega en momentos de extrema tensión en Europa por la situación entre Ucrania y Rusia. Este domingo, un alto representante ruso afirmó que existen más razones para que Ucrania forme parte de Rusia que las islas Malvinas del Reino Unido.
"Atención Londres: Crimea tiene muchas más motivos para formar parte de Rusia que las Malvinas para formar parte de Gran Bretaña", declaró el jefe de la Comisión de Asuntos Extranjeros del Parlamento ruso, Alexei Pushkov, en su cuenta de Twitter. Las declaraciones de Pushkov, en respuesta a las críticas de Londres a Moscú por anexar la ex península ucraniana a su territorio, se esparcieron de inmediato por distintos medios británicos. En su visita a París días después de la anexión de la península ucraniana a Rusia, Cristina Kirchner aseguró que la pertenencia de las Malvinas al Reino Unido no era más legítimo que la anexión de Crimea, subrayando que el principio de respeto a la integralidad territorial debía "aplicarse a todos". "Las Malvinas siempre pertenecieron a la Argentina, mientras que Crimea pertenecía a la Unión Soviética y fue regalada por Jrushchov a los ucranianos", recordó. La prensa británica sigue de cerca la renovación del armamento argentino. En diciembre, el diario británico Sunday Express aseguró que Rusia ofreció a la Argentina intercambiar 12 aviones de combate Sukhoi-24M por alimentos. El diario recordó que el vínculo entre ambos países se profundizó en 2010, cuando Rusia cedió dos helicópteros de asalto Mi17, que hoy prestan servicio en la Séptima Brigada de la Fuerza Aérea. En febrero, el mismo diario descartó las negociaciones con Rusia y aseguró que en la visita de Cristina Kirchner a China se mantuvieron conversaciones para la compra de 20 aviones de combate con la capacidad de atacar Malvinas. "En el grupo de trabajo formado por ambos países, Beijing aceptó proveer alrededor de 20 aviones caza de combate FC-1/JF 17 Thunder, producidos por la empresa Chengdu Aircraft Corporation. El modelo, destacado por tener un solo asiento y un solo motor, puede alcanzar una velocidad máxima de Mach1.8 a una altitud de 55 mil pies. Cuenta además con un rango de combate de 1.350 kilómetros, lo que le permitirán volar ida y vuelta hasta Puerto Argentino desde la base de Tierra del Fuego. El avión puede además cargar una gran variedad de armas, incluyendo misiles aire-aire y bombas guiadas por láser", describió el diario.

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Diario "La  Capital". Rosario, Miércoles, 25 de marzo de 2015 

El Reino Unido anunció que reforzará el dispositivo militar en las islas Malvinas

Gran Bretaña tomó esa decisión porque "sigue viva" la amenaza de invasión por parte de la Argentina. El gobierno refutó ese argumento.

El ministro de Defensa británico, Michael Fallon, anunció ayer en el Parlamento de su país que reforzará el dispositivo militar en las islas Malvinas porque sigue existiendo "una amenaza muy viva" contra archipiélago austral reclamado por Argentina.
El anuncio fue acompañado por una crítica de Fallon al reclamo de soberanía por parte de la Argentina, al que describió como "injustificable" y como "la principal amenaza para las islas".
En respuesta a esas afirmaciones, la embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, evaluó que el plan del gobierno británico es "una excusa que se usa como lobby militar para seguir gastando dinero" (ver aparte).
Ante el Parlamento británico, Fallon anunció que el Reino Unido invertirá 180 millones de libras (245 millones de euros o 267 de dólares) en la próxima década para reforzar la defensa de las islas.
Habrá, entre otras cosas, la renovación de los sistemas de defensa antiaérea terrestres, el traslado de dos helicópteros de transporte de tropas Chinook que hasta ahora servían en Afganistán, y mejoras en las infraestructuras.
"Esto no sería necesario si no sufriéramos constantes intimidaciones del gobierno argentino", dijo el ministro tras enumerar su plan y agregó que "la principal amenaza a las islas siguen siendo las injustificables demandas de soberanía de Argentina".
El número de personal militar, en torno a 1.200, no aumentará "porque es el número correcto", aseguró, pese a haber manifestado unas horas antes, en una entrevista con BBC Radio, que había sido objeto de revisión.
La agencia AFP consignó que el primer ministro David Cameron, dijo, según su portavoz: "La garantía que puedo dar a los habitantes de Malvinas es que siempre estaremos con ellos; siempre los defenderemos".
"Este gobierno ha cumplido su palabra y ha fortalecido nuestras defensas de las islas Malvinas", agregó Cameron, según su portavoz, en respuesta al anuncio de su ministro.
El anuncio de Fallon se produjo después de que medios británicos dijeran que Rusia había ofrecido aviones bombarderos a Argentina a cambio de carne, algo que Fallon no quiso comentar.
Asimismo, se da en un contexto de críticas a los recortes en los presupuestos militares a un mes y medio de las elecciones generales del 7 de mayo en el Reino Unido.
Rossi apuesta a la diplomacia
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, desmintió en forma tajante que Argentina impulse una acción militar en Malvinas y reiteró que el camino que seguirá el país es el del reclamo por vía diplomática. “Eso es lo que hemos hecho durante todos estos años”, afirmó, y agregó: “Hemos intensificado esta tarea en ese sentido. Hay una mayor cantidad de países que apoyaron la posición de Argentina. Nuestros argumentos son apoyados con mayor intensidad. Y ese es el camino que vamos a seguir”. “Sumado a esto, Argentina es un país que tiene definida su política de defensa sin hipótesis de conflictos”, agregó. El ministro dijo que Argentina “ha expresado su preocupación por la creciente militarización por parte de Gran Bretaña a las islas. Hoy, en Malvinas hay mayor cantidad de soldados británicos que habitantes civiles”.

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Diario "La Capital". Rosario, Miércoles, 25 de marzo de 2015 

Castro: "The Sun vende basura"

La embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, consideró ayer que el anuncio del Reino Unido de reforzar el dispositivo militar en las islas Malvinas es "una excusa que se usa como lobby militar para seguir...

La embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, consideró ayer que el anuncio del Reino Unido de reforzar el dispositivo militar en las islas Malvinas es "una excusa que se usa como lobby militar para seguir gastando dinero", al tiempo que fustigó al diario británico The Sun y lo acusó de "vender basura".
De esta manera, Castro se refirió tanto al discurso del ministro de Defensa británico, Michael Fallon, como al periódico que el último lunes anticipó esa medida tras afirmar que Rusia ofreció aviones bombarderos a la Argentina con el presunto objetivo de invadir las islas Malvinas.
Según dijo, las autoridades británicas "cada vez tienen más cuestionamientos de la sociedad, que ve inútil que mientras hay crisis económica se esté haciendo un gasto militar desmedido para tener una base militar con dos mil hombres en una isla remota para evitar una invasión que nunca ocurrirá".
"El Reino Unido no sólo no escucha sino que está incumpliendo con la obligación que le impone el derecho internacional de resolver una controversia por la vía diplomática", completó la diplomática argentina.
Respecto de la nota publicada por The Sun sobre una posible invasión argentina a las Malvinas con apoyo de Rusia, Castro aseguró que se trata de "una burda y sucia propaganda" y opinó que ese periódico "vende basura". Castro dijo que "el diario The Sun es eminentemente antiargentino y antilatinoamericano", y señaló que "está dedicado a tratar de hacer creer que la Argentina representa un peligro para el Reino Unido o para los habitantes de las Malvinas".

REINO UNIDO 2013 LAS ARISTÓCRATAS BRITÁNICAS RECLAMAN SUS HERENCIAS

Diario "La Nación". Buenos Aires, 16 de mayo de 2013.

lunes, 30 de marzo de 2015

LOS PARTIDOS POLÍTICOS Y LA CUESTIÓN MALVINAS. 1989

Los partidos políticos y la cuestión Malvinas

Publicado en el semanario “El Fueguino”, Ushuaia, 22 de septiembre de 1989

Por Alfredo Bruno Bologna


El 14 de mayo de 1989 se realizaron elecciones generales en la República Argentina que tenían como finalidad elegir el nuevo presidente de la Nación y legisladores nacionales.

En las mismas triunfó el Frente Justicialista Popular (FREJUPO) que estaba integrado por una coalición de partidos políticos integrada por Partido Justicialista. Partido Intransigente, Partido del Trabajo y del Pueblo (PTP) Partido Comunista Revolucionario, Partido Demócrata Cristiano (PDC), Movimiento Patriótico de Liberación y Partido Socialista Auténtico PSA, cuyo candidato a la presidencia de la Nación era el gobernador de La Rioja, Dr. Carlos Saúl Menem y como vicepresidente el Dr. Eduardo Duhalde. La fórmula Menem-Duhalde obtuvo el 47,49 % de los votos.
Interesa conocer en este aspecto cuales son las posiciones de los tres principales partidos políticos con relación a Malvinas.
Las ideas principales están tomadas de las respectivas plataformas electorales.

a) FREJUPO se propone ejercer irrestrictamente los derechos soberanos en el espacio marítimo argentino, de acuerdo con las normas internacionales, así como proseguir las acciones que tienen por objetivo lograr la integración territorial de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur. Deben profundizarse nuestras reivindicaciones en torno al cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas, que exhortan a Gran Bretaña a iniciar negociaciones directas, incluyendo en la agenda el tema de la soberanía”.

Al margen, de la plataforma electoral del FREJUPO, causaron cierta preocupación en la población argentina, las palabras pronunciadas por el candidato a Presidente, Carlos Saúl Menem, en un acto realizado durante la campaña electoral en la ciudad de Ushuaia el 14 de febrero de 1989. Según el diario “Clarín” el doctor Menem expresó refiriéndose a Malvinas: “No sé cuánto tiempo pasará, ni cuánta sangre tendremos que derramar para que las islas vuelvan al territorio argentino”.

Con posterioridad el candidato electo manifestó que sus palabras fueron tergiversadas y que en ningún momento planteó la necesidad de una guerra para recuperar el archipiélago. También afirmó que “Yo soy uno de los primeros que condenaron la guerra; como hecho simbólico me parece excelente, pero en los hechos reales ya sabemos cuál fue el resultado de la guerra (“Clarín”, 16/2/89).
El candidato justicialista también afirmó que no propone un conflicto bélico con Gran Bretaña, pero anticipó que es muy posible que tomemos algunas sanciones económicas contra la corona británica para contrarrestar la depredación que los ingleses están haciendo en la región. (Diario “Clarín”, 16 de febrero de 1989).


b) La plataforma electoral de la Unión Cívica Radical se refiere con mayor especificidad al tema:
“El programa de la U.C.R. en materia de Política Exterior proseguirá afirmando el principio de la integración territorial y soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y su mar adyacente, sujetas al dominio colonial británico y denunciará como grave amenaza para la paz, la instalación de la fortaleza militar en el archipiélago de Malvinas reafirmando la posición argentina de negociar pacífica y diplomáticamente. La U.C.R. rechazará todo intento de resolver la disputa con el Reino Unido que implique alguna forma de creación de antecedente o títulos contrarios al interés soberano de la Nación en esos territorios”.

Dentro del mismo Partido se desarrolló una polémica entre el candidato a presidente de la Nación, el gobernador de Córdoba, Eduardo Angeloz y el ex canciller argentino Dante Caputo quien fuera Ministro de Relaciones Exteriores de Raúl Alfonsín.
El Dr. Angeloz fue consultado en Río Grande, Tierra del Fuego sobre la conveniencia de que el país esté incluido entre los llamados del Tercer Mundo. El Dr. Angeloz, contestó: “Tenemos la necesidad por la potencialidad que tiene la Argentina y por su riqueza de procurar no estar entre los países en decadencia, sino entre aquellos que más progresan” (“La Nación”, 15/5/88).

Por su parte el ex canciller argentino Dante Caputo, en una entrevista radiofónica, ratificó que Argentina pertenece al Tercer Mundo y criticó a quienes sueñan con un país que vivan como lo hacen quienes viven en algunas manzanas de esta ciudad. Precisó que estas manzanas son muy lindas, por cierto, pero no tienen que ver con la forma de vida del 80% de los argentinos (Diario “Pagina 12”, 14/6/89).
El ex canciller manifestó además, que esta vocación primermundista que algunos parecen tener es la que, en la historia práctica de la Argentina, ha hecho que el país pertenezca al Tercer Mundo. Agregó que, con esta prédica, lo único que consiguen es insertarnos más en el Tercer Mundo.
Ante estos hechos diplomáticos extranjeros mostraron su inquietud por el posible alejamiento de Argentina del Movimiento de No Alineados (“La Nación”, 24/5/89).

Referido a Malvinas se hace evidente que durante el último tramo del gobierno radical no se busca una confrontación directa con el Reino Unido y se apela a la función de “correo” que cumple con exactitud, el gobierno de los Estados Unidos para acercar a las partes (“La Nación”, 29 de abril de 1988).


c) La Plataforma Electoral de la Unión del Centro Democrático (UCEDE) el tercer partido en importancia en Argentina, relaciona la cuestión Malvinas, a los convenios de pesca celebrados por el país con naciones del Este Europeo.
“La cuestión Malvinas debe ser resuelta por la vía de la negociación, que será seguramente larga y difícil, y no admite la introducción de factores irritantes para los aliados occidentales, como son los contratos de pesca suscriptos con la Unión Soviética y Bulgaria. Estos acuerdos, recientemente instrumentados, permiten a las flotas pesqueras soviéticas y búlgaras –dependientes de sus respectivas marinas de guerra- acceder al uso de bases en territorio continental argentino en el área estratégica particularmente sensible para las potencias con las que debemos contar para una mutua cooperación a fin de reanudar nuestro crecimiento económico. En consecuencia tales acuerdos deberán ser denunciados por ser contrarios a los intereses nacionales”.

Este criterio de la UCEDÉ para Malvinas, está inspirado en los lineamientos generales de su política exterior. Dentro de la Plataforma partidaria se establece la “inserción en el grupo de naciones del primer mundo”, la “retirada gradual”, sin estridencias pero persistente, del llamado movimiento No Alineados” y la conclusión de que en América Latina debe aceptarse que nada se logrará a espaldas o en contra de los Estados Unidos de América”.

Esta última frase lastima el sentimiento de los países de América Latina que con gran sacrificio han tratado de lograr un conjunto de propuestas autónomas para sus problemas comunes en reuniones realizadas en la región sobre de deuda externa, crisis centroamericana, grupo de los ocho de concertación, etc. Este concepto se asemeja al expresado por el Informe Plank en 1971 en el cual se decía que América Latina por si sola no podía ir a ninguna parte, y si existen problemas se arreglan entre las superpotencias.

A pesar de las diferencias ideológicas partidarias se pueden observar algunos puntos de contactos entre los partidos sobre la inserción argentina en el mundo en retiro del país del Movimiento de los No Alineados.




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COMUNICACIONES MARÍTIMAS ENTRE LAS ISLAS MALVINAS Y EL CONTINENTE. EL CASO DEL INDIANA I 1989

Comunicaciones marítimas entre las Islas Malvinas y el continente. El Caso del Indiana I

Publicado en el semanario “El Fueguino”, Ushuaia, 24 de marzo de 1989

  Alfredo Bruno Bologna

Es creencia generalizada en el ámbito de las relaciones internacionales, que los únicos actores de la sociedad internacional son los Estados.
La aparición de los organismos internacionales fundamentalmente después de la II Guerra Mundial, ha hecho cambiar esa visión admitiendo la existencia de los organismos internacionales cuya influencia no se puede negar. Como ejemplo, se puede citar, la Organización de las Naciones Unidas, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, la Comunidad Económica Europea, la Organización de Países Exportadores de Petróleo, etc.

Se puede detectar además de los Estados y Organismos, otros actores, que nosotros caracterizamos como Grupos de Presión Internacionales y en el cual incluimos las Internacionales de Partidos Políticos, sindicales, empresas multinacionales, iglesias, etc.
A esta clasificación hay que agregar por último a los grupos de presión nacionales y al individuo.

Es necesario sin embargo admitir la diferencia propuesta por Merle entre la noción de actor y la noción de función. Todos los actores potenciales no son forzosamente actores reales y todos los actores reales no desempeñan necesariamente la misma función. Pero sería un error como escribe Schwarzenberger, ignorar la existencia de esos grupos, ya que dentro de ciertos límites, también ellos afectan las relaciones internacionales, citando como ejemplo la influencia de la Iglesia Católica en la España de Franco y los Sindicatos en la Argentina de Perón.

En el conflicto de Malvinas, observamos cómo se modifica el mapa de los actores intervinientes ante los hechos consumados por el Reino Unido.
Primero una base militar, luego limitación de jurisdicción marítima para la pesca, con posterioridad la realización de maniobras militares y finalmente el tema de las comunicaciones.

En esta ocasión hacemos referencia a las comunicaciones marítimas entre Puerto Argentino de las Islas Malvinas y puertos del continente americano.
Desde hace aproximadamente un año, se venía anunciando el establecimiento de un servicio marítimo entre las Islas Malvinas y el continente. A pesar de las desmentidas, el 6 de enero de 1989 atraca en el puerto de Montevideo el transbordador “Indiana I” con bandera de Bahamas, procedente de Puerto Argentino. El “Indiana I” es propiedad de capitales japoneses, taiwaneses, coreanos, españoles y británicos.

La cancillería argentina emitió un comunicado oficial el día 16 de enero de 1989 del cual se pueden observar dos partes: a) Hace caer la responsabilidad del hecho a la Cancillería uruguaya. “La Cancillería argentina agradece “la clara posición del gobierno de la República Oriental del Uruguay en cuyo comunicado del día 12 de enero se rechaza la posibilidad del establecimiento de una línea regular entre las islas y ese país; b) No se manifiesta sobre el hecho concreto sino que elabora una explicación global del conflicto”…la República Argentina aspira a que, por medio de negociaciones, se alcance una solución a los problemas pendientes entre nuestro país y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en lo que hace a todos los aspectos vinculados a las Islas Malvinas”.

Ante el arribo del Indiana I al Puerto de Montevideo, un grupo de argentinos, la agrupación justicialista “Peronismo por la Patria” Comando Dardo Cabo, intentó abordar el transbordador para colocar en el mismo una bandera argentina, hecho que fue impedido por la tripulación. También dieron a conocer una declaración a la prensa en la cual manifiestan la “complacencia y pasividad manifiesta” de la cancillería y del Poder Ejecutivo.
Como anunciamos en la introducción en esta instancia vemos aparecer otros actores en el sistema internacional.
La acción más efectiva fue realizada por los obreros portuarios uruguayos, ante un pedido de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) de no realizar las operaciones en el Puerto de Montevideo.

La atención de la nave estuvo a cargo de dirigentes gremiales uruguayos. Al fundamentar esa actitud explicaron que “Nosotros reafirmamos nuestra solidaridad con la causa de nuestros hermanos argentinos y donamos nuestro salario a quienes dieron su sangre por la patria latinoamericana, pero no podemos dejar de atender a un buque que arriba en escala técnica”.
Con posterioridad, se firmó en Buenos Aires, el 26 de enero de 1989, un documento entre las tres centrales sindicales de Argentina, Chile y Uruguay, por el cual se comprometen a que “no se cargará ningún tipo de mercadería con destino a las Islas Malvinas, salvo en forma excepcional en que medien razones humanitarias o peligro de vida”. Se crea además un Comité Permanente de Enlace.
No coincidimos con las apreciaciones del Gobernador de Mendoza y Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Justicialista, Lic. José Octavio Bordón, quien expresó: “Los temas internacionales se resuelven en el marco de las normas que conduce la cancillería” a la que reprochó insuficiencia en este caso.

Nosotros creemos que ante la pasividad de la cancillería argentina, un grupo de presión nacional (C.G.T.) aprovechó sus contactos internacionales para interpretar con más realismo el sentimiento del pueblo argentino y no ver como se establece un servicio, regular o no, entre nuestras islas y puertos de países hermanos.

En las relaciones internacionales contemporáneas es ilógico pensar que toda la acción externa está monopolizada por el Poder Ejecutivo Nacional. Debe apreciarse la influencia cada vez mayor de los organismos internacionales de mediación, defensivos, económicos y grupos de presión internacionales que tienen en su agenda temas referidos a la contaminación, derechos humanos, corrupción, humanitarios, comerciales, etc.

¿Cómo se explica la pasividad de la cancillería ante el hecho del Indiana I?.

Podemos intentar esbozar dos explicaciones:

1. Una idea primaria de “desmalvinizar” la Política Exterior Argentina trajo como consecuencia actos concretos por parte del Reino Unido. El “desafío” del gobierno era “crear una democracia estable y una economía pujante. No podemos –decía el canciller Dante Caputo, en la Cámara de Anunciantes el 2 de agosto de 1984- estar encandilados en este momento ni con el problema del Beagle ni con el de las Islas Malvinas”.

2. Partir de una filosofía idealista en un mundo complejo de intereses. “En este sentido –dice el canciller Dante Caputo en su disertación en la Carrera de Ciencia Política, el 4 de junio de 1986- "creo que un país como el nuestro, que no va a ser potencia militar, ni quiere ser potencia militar, que todavía le falta bastante para ser potencia moral”.

Los datos de esta falta de realismo se pueden apreciar en los siguientes acontecimientos:

- El Reino Unido aprovechó el vacío de poder en el área para concretar una base militar, una zona de delimitación pesquera, maniobras militares y viajes desde las Islas Malvinas a puertos del continente.

- Una ley de Defensa que no establece la obligatoriedad de representatividad de las Fuerzas Armadas en su composición.

- El proyecto de provincialización de Tierra del Fuego no incluía a las Islas Malvinas, Georgias del Sur (San Pedro) y Sandwich del Sur.

- La reducción del presupuesto de defensa a un 50% de los valores de 1982 y 1983 que era del 4,2% del PBI. En 1986 descendió al 2,3%.

Ante la pasividad de la cancillería argentina, frente a este servicio marítimo, es elogiable la actitud asumida por la C.G.T., quien supo aprovechar la solidaridad de los obreros portuarios de Chile y Uruguay.

El “Indiana I” transportaba pescado extraído de la zona de mar que corresponde a Argentina y al mismo tiempo cargaba elementos que tienen como destino las embarcaciones pesqueras establecidas en la zona de administración y conservación pesquera impuesta por el Reino Unido.
Se debe recordar que antes de los acuerdos entre la República Argentina y el Reino Unido de Comunicaciones de 1971, existía una línea regular de viajes mensuales entre las Islas Malvinas y el Puerto de Montevideo a través del navío Darwin.
Este acontecimiento, de participación de un grupo de presión nacional, está demostrando la complejidad de las relaciones internacionales y la interacción establecida entre los distintos actores de la sociedad internacional que sabiendo utilizarlos pueden beneficiar el accionar del Estado en el ámbito de una Política Exterior de carácter autónomo, cuando algunos mecanismos del país dejan de funcionar en su área específica.


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LAS MANIOBRAS MILITARES BRITÁNICAS Y LOS CAMBIOS EN LA POLÍTICA EXTERIOR ARGENTINA. 1988

Las maniobras militares británicas y los cambios en la Política Exterior Argentina

Publicado en el semanario “El Fueguino”, Ushuaia, 11 de noviembre de 1988

  Alfredo Bruno Bologna


Un hecho relevante, siempre por iniciativa del Reino Unido, que modifica la situación en el Atlántico Sur, fue el anuncio del 11 de febrero de 1988 a través de la Embajada Suiza en Buenos Aires, de la decisión británica de realizar maniobras militares del 7 al 31 de marzo de 1988 con sentido de “prácticas de emergencia” en la zona de las Islas Malvinas.

No es la primera vez, que se realizan maniobras militares unilaterales o multilaterales en América Latina. Debemos recordar aquí las maniobras de la OTAN, realizadas en el Caribe, un mes antes de la acción argentina de recuperación de las Islas Malvinas.
Observemos en esta parte, la reacción argentina, la posición de terceros países, las distintas connotaciones políticas en el frente interno inglés y los cambios que se producen en la política argentina a partir de estos hechos.

1. Reacción Argentina
En esta ocasión y por primera vez, la República Argentina diseña dentro del gobierno democrático, una estrategia, teniendo en cuenta dos componentes: el diplomático y el militar.
El mismo canciller argentino, Lic. Dante Caputo, comentó que desde el anuncio británico de las maniobras, la Argentina había iniciado no menos de veinte acciones diplomáticas con relación a los hechos. En este sentido recordó: convocatoria a los embajadores europeos acreditados en Buenos Aires; Carta del Presidente de la Nación, Dr. Raúl Alfonsín a los gobiernos miembros de la OTAN; Comunicado del Grupo de los 8 en Cartagena, previa a la reunión de este grupo con la Comunidad Económica Europea en Bruselas; presentación en la O.E.A. (Resolución del Consejo Permanente); presentación del caso ante el Consejo de Seguridad y en el Comité de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas).
Desde el punto de vista militar, se difunde el 4 de marzo de 1988 un comunicado conjunto elaborado por los Ministerios de Relaciones Exteriores y Culto y de Defensa.

El comunicado conjunto expresa, luego de consideraciones previas sobre las resoluciones de la O.N.U. y de la O.E.A. que avalan la solución pacífica del conflicto, que Argentina adoptará las medidas, que tendrán vigencia mientras se lleven a cabo las acciones anunciadas por el Reino Unido:
“Vigilancia y alerta defensiva; Se mantendrán bajo estrecha vigilancia las actividades militares que pudieran llevarse a cabo en el Atlántico Sur durante los anunciados ejercicios británicos con el fin de: 1. Que la República Argentina y la comunidad internacional en general tengan un real conocimiento de las acciones que Gran Bretaña desarrollaría en una zona declarada por la Asamblea General de las Naciones Unidas como zona de paz y cooperación. 2. Contribuir en todo lo posible, mediante el ejercicio de una vigilancia preventiva, a evitar los riesgos de incidentes que puedan ser generados por las acciones anunciadas por Gran Bretaña. 3. En caso necesario, poner en ejecución los planes de defensa correspondientes”.

El comunicado finaliza advirtiendo a todos aquellos navíos que circulen por la zona, podrán ser objeto de visita, inspección o apresamiento.
El Partido Justicialista, principal partido de la oposición dio a conocer una declaración a través de su Secretaría de Relaciones Internacionales que ejerce el Lic. Octavio Bordón (Gobernador de Mendoza) en la cual expresa que las maniobras británicas son una provocación, una amenaza a nuestra seguridad y ponen en evidencia su carácter ofensivo y manifiesto. Londres no sólo se niega al diálogo sino que realiza una provocación adicional al coincidir las fechas de las maniobras con el aniversario del conflicto bélico de 1982.

2. Reacción de terceros países
A las acciones iniciadas por Argentina se puede agregar, el respaldo de países de distinta orientación política que mostraron su preocupación por las maniobras británicas. Sin poder mencionar a todos los países, nos detendremos solamente como ejemplo en algunos de ellos.
El embajador de Brasil en Londres, Celso de Souza e Silva, solicitó el 24 de febrero de 1988, al viceministro del Foreign Office, Timothy Eggar, que suspenda la visita prevista para comienzos de marzo en ese país, como protesta por las maniobras británicas en las Islas Malvinas.

El vocero del Foreign Office, precisó que Timothy Eggar, deploró la decisión brasileña que calificó como injustificada e inapropiada y anunció que también renunciaba a viajar a Uruguay como tenía previsto.
La Embajada de la República Oriental del Uruguay en Londres, expresó personalmente al Ministro del Foreign Office, el 13 de febrero de 1988, la preocupación de su gobierno por la anunciada maniobra británica.

Además, un avión Hércules, que se dirigía a las Islas Malvinas debió aterrizar por desperfectos en el aeropuerto Carrasco del Uruguay. Este país, permitió la reparación y abastecimiento con la condición de que el avión no tuviera como destino las Islas Malvinas sino que retornara a la base de Ascensión, cosa que ocurrió el 10 de marzo de 1988.
No debe tampoco soslayarse la participación de los Estados Unidos en la cuestión.
Un nuevo hecho comienza a gestarse en el conflicto, a partir del suministro de armas por parte de los Estados Unidos a la República Argentina, que había sido suspendido a raíz de la guerra de 1982.

El Secretario de Estado para Asuntos Internacionales de los Estados Unidos, Elliot Abrams, anuncia el 9 de mayo de 1988 en Washington que ese país ampliará el suministro de armas a la Argentina, porque estiman positivo el hecho para la estabilidad política del presidente Raúl Alfonsín.
Frente al tema de provisión de armas por Estados Unidos y otros países a la Argentina, el Reino Unido reacciona.
La Primera Ministro del gobierno británico, Margaret Thatcher, tenía intenciones de verificar que el suministro de armas a la Argentina “integre una categoría que no resulte de peligro para la seguridad de las Islas Malvinas” (“La Nación” 25 de abril de 1988).

De igual manera, Gran Bretaña hizo saber a China, que cualquier venta de armas a la Argentina no era vista con buenos ojos, ya que técnicamente ese país estaba en guerra con el Reino Unido. (“La Nación” 23/5/88).
En realidad la postura de los Estados Unidos hasta el presente, no es muy exitosa para los fines de recuperación de las Islas Malvinas por parte de Argentina.
Realizando una evaluación de los 16 meses a partir de los cuales Estados Unidos, actúa como “correo” entre el Reino Unido y la República Argentina, el periodista Oscar Cardoso concluye que nos encontramos con la realidad ingrata de las maniobras británicas (“Clarín” 13/3/88).
El Embajador de los Estados Unidos en Argentina, Theodoro Gildred, dijo que tal vez nos ayudaría si hubiera por parte de Argentina una declaración de cese de hostilidades en nuestra tarea de poner a las dos partes ante una misma mesa de negociación. (“La Nación” 5/5/88).
Pero aquí se establece el linkage (vinculación de cuestiones) entre la venta de armamento norteamericano a la Argentina y la cuestión Malvinas (cese de hostilidades) como pide el Reino Unido.

3. La posición del Reino Unido
Se debe apreciar la distinta percepción en la realización de las maniobras por parte del gobierno conservador y de la oposición.
La primer ministro, Margaret Thatcher, señaló el 8 de marzo de 1988, que las maniobras “son cosa nuestra y de nadie más y que no sólo tenemos derecho a realizarlas sino también el deber de comprobar que el objetivo del refuerzo puede ser efectivamente llevado a cabo. Los países sudamericanos no tienen razón alguna para quejarse”. (“La Nación”, 3/4/88).

Por su parte el vocero de defensa del Partido Laborista Georges Foulkes expresó: “Toda América Latina está disgustada, los estadounidenses están furiosos… nos condenaron en la OEA y sólo porque el Ministro de Defensa cometió un error estúpido. Si nos sentásemos en torno de una mesa e intentásemos alcanzar un acuerdo negociado con Argentina acerca del futuro de las Falklands (Malvinas) no sería necesario una fortaleza Falklands y no serían necesarios estos tipos de ejercicios de refuerzos” (“La Nación”, 5/3/88).
Como ya hemos visto el frente interno inglés presenta síntomas de discordia en relación a la política impuesta por la administración conservadora de la primer ministro.

4. Posición del gobierno administrativo de las Islas Malvinas.
Gordon Kenkes, gobernador de las Islas Malvinas, manifestó que los recursos se triplicaron este año hasta 21 millones de libras (38 millones de dólares) gracias a las licencias de pesca concedidas a los barcos extranjeros. Esto podría provocar que en un plazo de 10 años, la independencia se convirtiera en una perspectiva atractiva. (Diario “Clarín”, 20/3/88).
El gobernador de las Islas Malvinas esboza una nueva teoría para que una colonia logre la independencia. La misma determina que para dejar de ser colonia es suficiente tener recursos económicos propios. Este hecho es inédito en el campo de las relaciones internacionales.

Las maniobras. A pesar de la ofensiva diplomática argentina, la reacción desfavorable que se produce en los foros internacionales en contra de las mismas, las maniobras militares (Fire Focus) foco de fuego, se realizaron en la forma prevista por el Reino Unido.
Fueron calificadas como un éxito resonante por los jefes militares que dirigieron los ejercicios.
El puente aéreo de dos días entre las bases británicas y las islas (12.800 kilómetros) condujo a unos 1.000 soldados, cuatro aviones Phantom, aviones Nimrod de vigilancia y Hércules de transporte, que se agregaron a los 1.800 soldados estacionados permanentemente en las islas. (“La Nación”, 20/3/88 pág. 11).
El general Neil Carlier, quien comanda el ejercicio militar, dijo que el puente aéreo mostró que Gran Bretaña podía responder eficaz y rápidamente a cualquier amenaza contra su colonia (“Clarín”, 20/3/88).
Si bien el gobierno argentino no pudo a pesar de los esfuerzos realizados, detener las maniobras británicas, las mismas trajeron un cambio en el discurso del canciller argentino, licenciado Dante Caputo.

De la primera etapa que había observado que el objetivo era desmalvinizar la política exterior argentina, que las cuestiones territoriales eran desplazadas por las prioridades de los temas, una democracia estable y una economía pujante, se vislumbra en 1988 un énfasis especial en la cuestión Malvinas.
Esta postura está avalada por el Presidente de la Nación, Dr. Raúl Alfonsín, cuando critica la acción de ciertos grupos, en especial, el Consejo de Estudios del Atlántico Sur, cuyo presidente es el señor Arnaldo Musich. El Presidente expresa:
“…este mismo señor escribió otros artículos vinculados a las Malvinas, cuando Argentina jugaba su prestigio en los diversos foros internacionales para defender sus derechos soberanos. No sé tampoco si los artículos de entonces sirvieron al gobierno de la Gran Bretaña, pero de lo que si estoy seguro es que no sirvieron a los intereses argentinos en el Atlántico Sur” (“La Nación”, 24/6/88).

El día 15 de junio de 1988 se realizó un acto en el Palacio San Martín con motivo del Día de Afirmación de nuestros derechos sobre las Malvinas que se conmemora anualmente el 10 de junio y es feriado nacional, en recordación del Decreto de esa fecha de 1829 por el cual se nombraba comandante político y militar de las Islas a Luís Vernet.

En esa oportunidad, habló el canciller argentino, licenciado Dante Caputo y se puede apreciar en su disertación dos aspectos: una reivindicación de aquellos que combatieron el 2 de abril de 1982 y una crítica a ciertos sectores que cuestionan la actual Política Exterior Argentina.
El canciller rindió homenaje a “aquellos que combatieron y dieron sus vidas, más allá de las razones políticas de quienes pelearon” y criticó “las versiones reeditadas del cipayismo criollo, según las cuales los argentinos somos ambiciosos y orgullosos. Nuestra ambición y nuestro orgullo no es irracional y que con ellos vamos a conquistar independencia e inserción internacional. Sostuvo que no hay entrega contra el desarrollo. La entrega es más subdesarrollo, y además, sin dignidad. Caputo expuso que el nacionalismo no es una bandera de los autoritarismos ni de los fascismos. Es y debe ser una bandera de la democracia. Desde un nacionalismo recreado como empresa nacional no se abandonarán las Malvinas. “En este redescubrimiento democrático del sentimiento nacional es que vamos a luchar efectivamente por nuestra reivindicación soberana sobre las Islas Malvinas. No se puede ser nacional en las Islas Malvinas y entreguista en el resto de la política exterior. Se es nacional en todo”. (“La Nación”, 16/6/88).

Observamos un cambio en el discurso del canciller argentino y también un cambio de actitud. Esta postura no se parece en nada a los primeros pasos dados por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
Debemos recordar la disertación del canciller argentino, en la Cámara Argentina de Anunciantes de Buenos Aires, el 2 de agosto de 1984 cuando explicitaba las prioridades de la Política Exterior Argentina y mencionaba en este orden: Estados Unidos, América Latina, Europa y los países en desarrollo “mal llamados del Tercer Mundo”.

Recientemente el canciller Dante Caputo en una entrevista por Radio Splendid de Buenos Aires, ratificó que Argentina pertenece al Tercer Mundo y criticó a quienes sueñan con un país que viva como lo hacen quienes viven en algunas manzanas de esta ciudad. Precisó que estas son manzanas muy lindas, por cierto, pero no tienen que ver con la forma de vida del 80 por ciento de los argentinos. (“Página 12”, 14/6/88).

Una nueva polémica se desata en el país a partir de las declaraciones del candidato a presidente por el partido gobernante, Unión Cívica Radical. El doctor Eduardo Angeloz comenzó su campaña electoral en Rio Grande, Tierra del Fuego. Al ser consultado sobre la conveniencia de que el país esté incluido entre los del llamado del Tercer Mundo, Angeloz aseveró “Tenemos la necesidad por el potencial que tiene la República Argentina y por su riqueza de procurar no estar entre los países en decadencia, sino entre aquellos que más progresan” (“La Nación”, 15/5/88 pág. 12).

Esta manifestación del candidato a presidente produjo distintas reacciones en el país y en el extranjero. Diplomáticos de los países No Alineados, se inquietaron por las mismas (“La Nación”, 24/5/88).

El canciller manifestó, en la entrevista citada, que esta vocación primermundista que algunos parecen tener es la que, en la historia práctica de la Argentina, ha hecho que nuestro país pertenezca al Tercer Mundo. Agregó que con esta prédica, lo único que consiguen es insertarnos más en el Tercer Mundo.
Existe otra explicación de este cambio en la Política Exterior Argentina, avalada por la presentación de la candidatura del canciller argentino, como Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas para el período 1988-89, en el enfrentamiento dentro del Grupo Latinoamericano y del Caribe, con la representante de Barbados para el mismo cargo, Dame Nita Barrow.

Los datos que avalan esta segunda hipótesis, se pueden detectar a través de la ofensiva diplomática argentina en los países de África y Asia;
 a) Visitan Argentina a partir del 15 de febrero de 1988 los embajadores de Uganda, Kuwait, Malasia, Samoa, países que no tienen su sede en Buenos Aires, sino que están acreditados en las Naciones Unidas;
b) El canciller argentino Dante Caputo, realiza por primera vez una gira por países africanos, entre el 8 y 21 de marzo de 1988, visitando, Costa de Marfil, Ghana, Zambia, Angola, Nigeria y Gabon,;
 c) El 25 de mayo de 1988, el canciller Dante Caputo habla en Addis Abeba (Etiopía), sede de la Organización de Unidad Africana, en representación del “Grupo de los 8” de América Latina, expresando que la lucha de los países de África es también la de América Latina, para fortalecer la Independencia y alcanzar el bienestar de los pueblos;
d) En los primeros días de junio de 1988, el subsecretario de Política Exterior, Jorge Mauhourat, realiza una gira por cinco países asiáticos (Singapur, Malasia, Indonesia, Tailandia y Filipinas) con la finalidad de considerar la candidatura del canciller argentino como presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas;
e) El “Grupo de los 8” del cual forma parte Argentina, también amplía su agenda. En el Documento final de su última reunión realizada en Oaxaca (México) el 27 de junio de 1988 se expresa que el diálogo político debe ampliarse este año a la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste de Asia) a los países escandinavos y a Organización de Unidad Africana.

Los datos hasta aquí apuntados ponen de manifiesto un cambio de estrategia con relación a Malvinas, ubicado dentro del aspecto global de la Política Exterior Argentina.
Recordamos la manifestación del canciller argentino del 4 de junio de 1986: “Un tema sobre el que hemos trabajado con mucho cuidado a fin de llevar adelante una legítima aspiración de nuestro pueblo por una vía racional y no contradictoria con la inserción de Argentina en el mundo occidental, es la disputa de las Islas Malvinas”.

Las últimas manifestaciones del canciller argentino, están priorizando una mayor relación con los países del Sur, esquema dentro del cual se inserta el litigio de Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur. Por mucho tiempo en nuestra historia, la cuestión Malvinas, estuvo marginada de la Política Exterior Argentina. Creo que llegó el momento, de que este conflicto, esté enmarcado claramente dentro del modelo de Política Exterior Argentina que pretendemos para nuestro país. La cuestión Malvinas tiene distintas connotaciones políticas, jurídicas y económicas que se deben armonizar con el diseño de Política Exterior.


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LA CUESTIÓN PESQUERA EN LAS ISLAS MALVINAS 1988

La cuestión pesquera en las Islas Malvinas

Publicado en el semanario “El Fueguino”, Ushuaia, 21 de octubre de 1988

Por Alfredo Bruno Bologna

Luego de la construcción de un nuevo aeropuerto por parte del Reino Unido en las islas Malvinas, un segundo tema que modifica la situación en el Atlántico Sur se produce el 29 de octubre de 1986 cuando el canciller inglés Geoffrey Howe, anuncia en el Parlamento británico la creación de una zona de administración y conservación pesquera en las Islas Malvinas de 150 millas, la cual entraría en vigor el 1º de febrero de 1987.

En este aspecto se pueden apreciar dos estrategias distintas por parte de los actores principales del conflicto: el Reino Unido y Argentina.

1.
El Reino Unido pretendía en la cuestión pesquera un acuerdo multilateral.

De acuerdo a las declaraciones del canciller Geoffrey Howe en el Parlamento, el 29 de octubre de 1986, el gobierno inglés estaba preocupado por el rápido incremento de la pesca en el Atlántico Suroccidental “cuyo impacto en las reservas ictícolas es serio y despierta preocupación general”.

El gobierno inglés presenta en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en marzo de 1985 una iniciativa para el estudio de la cuestión pesquera, cuyo cometido es iniciado en noviembre del mismo año. De acuerdo a las expresiones del canciller inglés antes referidas, “algunas naciones pesqueras no han cooperado plenamente en el estudio de la FAO y su preparación se vio demorada”.
Antes de que se completara el estudio, el Reino Unido anunció unilateralmente la creación de la zona de administración y conservación pesquera.
El 29 de octubre de 1986 el canciller británico manifestó en el Parlamento que las causas de la decisión británica se basan en la actitud tomada por “Argentina que ha seguido un camino diferente y sus acciones han socavado el enfoque multilateral.
En particular se pueden mencionar:

- La Argentina ha realizado patrullajes agresivos a más de 200 millas de la Patagonia y dentro de las 200 millas de las Falkland.
- El uso ilegal de la fuerza por parte de Argentina tuvo como consecuencia, en un caso, pérdidas de vidas y hundimiento de una nave.
- La Argentina concertó acuerdos pesqueros bilaterales con la Unión Soviética y Bulgaria.
- A través de estos acuerdos, la Argentina se propone ejercer jurisdicción sobre lo que según el derecho internacional le corresponde a las Islas Falkland.
- Estos acuerdos son incompatibles con la iniciativa multilateral

Argentina rechazó en el seno de la FAO la propuesta inglesa, pues implicaba el reconocimiento de la soberanía sobre las Islas Malvinas y su mar adyacente.

2. Por su parte Argentina comenzó a implementar una estrategia bilateral con aquellos países que mostraban interés en pescar en la zona económica exclusiva. Entre esos países se mencionaron: Unión Soviética, Bulgaria, Japón, Polonia, Corea del Sur, España, etc.
Pero en la práctica se concretó con solo dos de ellos, la Unión Soviética y Bulgaria, el 28 de julio de 1986. Estos acuerdos contaron con la aprobación del Senado el 31 de octubre y por la Cámara de Diputados el 23 de diciembre del mismo año. La actividad pesquera de la Unión Soviética y Bulgaria comenzó efectivamente el 23 de mayo de 1987.

De acuerdo a una información suministrada por la Prefectura Naval en los últimos veinte años fueron capturados 45 pesqueros de bandera extranjeras que operaban en aguas jurisdiccionales argentinas (Diario “Clarín” 8/5/88).

Los acuerdos firmados con la Unión Soviética y Bulgaria fueron criticados por empresarios y sindicalistas de la industria pesquera de la ciudad de Mar del Plata (“La Nación” 5/1/87).

Debemos evaluar, cual de las dos estrategias logró mayor rédito político.

1.1. El Reino Unido mediante este procedimiento informó que otorgó para 1987, 215 licencias y los pesqueros registrados eran de los siguientes países: Japón (71); Polonia (40); Taiwán (30); Corea del Sur (25); España (36); Italia (6); Gran Bretaña (3); Chile (2); Grecia (1) y Francia (1). (Diario “La Nación” y “Clarín” del 1º de febrero de 1987).

Para 1988 las licencias otorgadas fueron 180 y los pesqueros representaban a los siguientes países: Japón, Polonia, Taiwán, España, Corea del Sur, Reino Unido, Italia, Holanda, Portugal, Grecia y Chile (“Clarín” 20/12/87).

Se puede observar según esta información que en el año 1988 se agregaron Holanda y Portugal y en cambio no aparece Francia.
Según otras fuentes las licencias otorgadas para 1988 son 116 y los pesqueros pertenecían a Japón, España, Italia, Grecia, Taiwán y Polonia (“La Nación” 16-5-88).

Los datos hasta aquí aportados deben ser analizados desde el punto de vista jurídico y económico:

a) Desde el punto de vista jurídico
En una conferencia de prensa, el canciller argentino, Dante Caputo, explicó que había que distinguir entre la actividad oficial de un país y la actitud que adopten las empresas privadas “circunstancia que no genera ningún tipo de antecedentes jurídicos respecto del reclamo sobre las Malvinas”. Sostuvo “que lo que a nosotros nos importa es que ningún gobierno reconozca esa zona de exclusión dispuesta por Londres porque ello crearía un antecedente que no es bueno” (“La Nación” 17/12/86).
Si bien se parte del hecho de que las compañías pesqueras son empresas privadas que no comprometen a su país, esta tendencia jurídica muchas veces se vio alterada por cuestiones políticas o jurídicas mismas.
Podemos tomar algunos ejemplos referidos a la cuestión pesquera:
Recordamos los incidentes que se provocaron entre Islandia y Gran Bretaña en dos oportunidades: Reikiavik en 1958 extendió su zona de pesca de 4 a 12 millas y el 1º de setiembre de 1972 amplió la jurisdicción marítima a 50 millas con el objeto de preservar las reservas de bacalao vitales para la economía de la isla.

El Reino Unido no reconocía la jurisdicción establecida por Islandia. La situación se complicó cuando navíos de guerra de los dos países comenzaron a circular en la zona en apoyo a los pesqueros nacionales. Por una parte, un cañonero islandés abrió fuego en junio de 1973, por otro, los pesqueros ingleses estaban custodiados por dos fragatas británicas.
Este conflicto, conocido como la guerra del bacalao, estuvo a punto de llegar a la ruptura de relaciones entre los dos países y resquebrajar la alianza atlántica cuya mediación fue solicitada por Islandia.
- Otro ejemplo más cercano en el tiempo se produce en América Latina. Estados Unidos no reconocía las 200 millas establecidas por tres países del área: Chile, Perú y Ecuador.

A raíz del apresamiento de buques pesqueros norteamericanos por parte de Ecuador y Perú, Estados Unidos, Aplica dos enmiendas:
a) Enmienda Pelly aprobada en la ley de ventas militares al extranjero, el 22 de octubre de 1968, por la cual quedaba prohibida la venta de armamentos a países que se apoderen, tomen bajo custodia o multen a barcos norteamericanos que se encuentran pescando más allá de las 12 millas. Se aplicó a Perú en febrero de 1969 y a Ecuador en enero de 1971 y b) Enmienda González en 1972, por la cual se suspendía la ayuda a todo país que capture barcos pesqueros norteamericanos. El Congreso la aplicó a Ecuador, pero el presidente Richard Nixon la vetó el 6 de marzo de 1972. El monto de la suspensión de ayuda era similar al monto de la multa impuesta al pesquero norteamericano.

La disputa entre Ecuador y Estados Unidos por la cuestión pesquera dio origen a la XIV reunión de consulta de la Organización de los Estados Americanos que a solicitud de Ecuador se realizó en Washington el 31 de enero de 1971, exhortando a los Estados miembros a no tomar medidas que afecten la soberanía de otros Estados.

La separación entre intereses privados y gobierno, no es tan nítida como se presenta.
En este sentido debemos recordar las palabras del vocero del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Charles W. Bray, el 23 de marzo de 1973, cuando expresó: “El gobierno de los Estados Unidos tiene como cuestión de principio, la responsabilidad de representar en forma eficaz los intereses generales de firmas norteamericanas en ultramar”.

Aun con mayor claridad, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Henry Kissinger, en una reunión interamericana celebrada en Tlatelolco, el 21 de febrero de 1974 expresó: “Algunos de nuestros problemas más molestos se han suscitado en relación con diferencias acerca de los respectivos derechos y obligaciones de empresas privadas norteamericanas que funcionan en países anfitriones. La mayoría de las naciones del hemisferio afirman que las empresas no tienen derecho a invocar la protección de su gobierno (Doctrina Calvo), Estados Unidos ha sostenido que las naciones tienen derecho a defender la causa de sus inversionistas “.

De tal manera, en conclusión, se puede expresar, que mientras no existan problemas o conflictos entre empresas (pesqueras en este caso) y los países, la cuestión no tiene derivaciones ulteriores. Pero en caso de incidentes o conflictos, como hemos visto, la cuestión se resuelve en última instancia a través de los Estados. Este dato debe tenerse presente en la temática analizada.
Este criterio dispar, tiene como antecedente el hecho de ser país inversor o país receptor de inversiones, país del Norte o país del Sur, tema sobre el cual existe una amplia jurisprudencia.
Debemos remarcar que desde el punto de vista diplomático, por primera vez, pesqueros de distintos países piden licencia para pescar al gobierno administrativo de las Islas Malvinas.

b) Desde el punto de vista económico.
La cuestión pesquera trajo una modificación sustancial en el modo de producción de las Islas Malvinas.
Tradicionalmente los ingresos de las Islas Malvinas provenían de la exportación de lana. Con anterioridad a la creación de la zona de administración y conservación pesquera, los ingresos de la misma era de 9 millones de dólares (1986).
Con los derechos de pesca, la recaudación fue de 50 millones de dólares en 1987 (Enviado del diario japonés Asahi, Akiva Fujitaka, en “La Nación” 19/3/88).
Las cifras no son coincidentes con otros despachos periodísticos que menciona como ingresos por permisos de pesca el aumento de 12 millones a 36 millones (“La Nación” 27/2/88).
De cualquier manera se señala en esta última nota, la súbita prosperidad que cambió la situación de estancamiento económico de las Islas Malvinas. Se creó la Sociedad de desarrollo de las Islas Malvinas (FIDC) con la finalidad de constituir empresas mixtas para la pesca, mejores servicios sanitarios, mayor cantidad de Land Rover, y modernización en el sistema de impresión del único periódico local.

2.1. Que réditos logró Argentina con su estrategia.
Desde el punto de vista estratégico se puede observar un giro más realista por parte de la cancillería argentina.
Ante la determinación británica, Argentina ensaya una postura más dura que la demostrada con relación a la construcción de la base aérea.

- Por decreto del Poder Ejecutivo del 30 de octubre de 1986 se crea el Comité Militar con la misión de asistir y asesorar al Presidente de la Nación en la conducción militar.
En los considerandos se indica, que resulta necesario contar con los órganos específicos de asesoramiento y asistencia a los fines de la defensa nacional.
El Comité Militar está integrado por el Ministro de Defensa, el Jefe de Estado Mayor Conjunto y los Jefes de Estados Mayores del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.
Este Comité se transformó en 1988 en el Consejo para la Defensa Nacional.
La ley 23.554 de defensa nacional, promulgada por el Poder Ejecutivo el 27 de abril de 1988 establece en su artículo 9 inc. b el Consejo de Defensa Nacional, ampliando su constitución anterior.
Expresa que el Consejo de Defensa Nacional asistirá y asesorará al Presidente de la Nación en la determinación de los conflictos, de las hipótesis de conflicto y de guerra, así también como en la adopción de las estrategias, en la determinación de las hipótesis de confluencia y en la preparación de los planes y coordinación de las acciones necesarias para su resolución (Art. 12).
El Consejo de Defensa Nacional estará presidido por el Presidente de la Nación quien adoptará las decisiones en todos los casos. Estará integrado por el Vicepresidente de la Nación, los ministros del gabinete nacional y el responsable del organismo de mayor nivel de inteligencia. El Ministro de Defensa podrá ser acompañado por el Jefe de Estado Mayor Conjunto y los jefes de estados mayores generales cuando el ministro lo considere necesario. Los presidentes de las Comisiones de Defensa del Senado y de la Cámara de Diputados de la Nación y dos integrantes de dichas comisiones, uno por el bloque de la mayoría y otro por la primera minoría, quedan facultados para integrar el Consejo de Defensa Nacional.
De acuerdo a la ley, el Presidente de la Nación podrá determinar la participación de otras autoridades e invitar a miembros de otros poderes y personas cuyos conocimientos o competencias considere de utilidad para los asuntos específicos que hubieran de tratarse (Art. 14).

- En una declaración el gobierno argentino propone el cese de hostilidades el 17 de noviembre de 1986 a cambio del levantamiento de la llamada “zona de protección” militar de 150 millas.
El artículo 3º de la declaración textualmente expresa: “Facilitar el inicio de las negociaciones a través de una declaración que en su momento –a pesar de ser jurídicamente innecesario- establezca el cese formal de hostilidades, como parte de un proceso de eliminación de las consecuencias del conflicto y que deberá poner fin a la llamada “zona de protección” militar de 150 millas”.
Esta propuesta no fue aceptada por el Reino Unido.

- Desde el punto de vista diplomático, firma Argentina una declaración conjunta con los cancilleres de Brasil y Uruguay, en Punta del Este, el 2 de noviembre de 1986 en la cual se expresa, entre otros aspectos, que “los gobiernos de Brasil y Uruguay ratifican su plena solidaridad con la posición argentina, conforme a los recientes comunicados hechos públicos y la tradicional amistad que une a los tres pueblos”.
Como conclusión tenemos que analizar qué consecuencias trajo para Argentina la decisión unilateral británica al crear la zona de administración y conservación pesquera:
El canciller argentino, Dante Caputo, parte del diagnóstico equivocado cuando expresa que “lo que signa toda la cuestión internacional es, fundamentalmente, el conflicto entre las dos grandes potencias: esta es la realidad básica” (Diario “Clarín” 19/2/84).

Esta percepción de la realidad internacional se ajusta al período de la guerra fría, que la administración Reagan, conjuntamente con el actual gobierno de Londres, pareciera rememorar en la década del 80.

Este diagnóstico fue superado o complementado por una visión Norte-Sur de las relaciones internacionales y aún en la actualidad se habla de un mundo interdependiente (Keohane y Nye) o de “circuitos internacionalizados” para superar esas clásicas divisiones del mundo.
En la cuestión pesquera específicamente, el canciller argentino responsabilizó al gobierno de Londres por haber extendido el conflicto Este-Oeste a las aguas del Atlántico Sur (“Clarín” 19/5/85).

En este sentido se debe preguntar ¿Cuál de los dos países ayudó más para considerar esta situación como un conflicto Este-Oeste?

Expresamos anteriormente que uno de los fundamentos enunciados por el canciller británico para la creación de la zona de administración y conservación de las Islas Malvinas, fue la referencia a los acuerdos pesqueros firmados por Argentina con la Unión Soviética y Bulgaria.

Debe preguntarse entonces ¿Cuál es el fundamento argentino, por el cual los dos primeros convenios pesqueros fueron firmados con países del Este, a pesar de existir otros países interesados y que luego solicitan licencia al gobierno administrativo de las Islas Malvinas?

Aunque el canciller británico no hizo mención ante el parlamento, es indudable que en la determinación también influyó la visita realizada por el presidente Alfonsín a la Unión Soviética y Cuba a mediados de octubre de 1986, y el convenio de cooperación nuclear firmado con este último país.
Esta estrategia argentina fue cuestionada por el Secretario de Estado norteamericano, George Shultz, cuando expresó, que todo país debe ser cuidadoso en sus negociaciones con la Unión Soviética ya que el sistema de valores de los dos países se contradice y el objetivo final de la Unión Soviética es político.
Caracterizado el conflicto como Este-Oeste, el país que más beneficios obtiene es Gran Bretaña, segunda potencia militar de occidente y aliado preferencial de los Estados Unidos.

Pareciera que Argentina cayó en la trampa tendida por el Reino Unido.
Deseamos entender que la ubicación del conflicto como Este-Oeste por parte de Argentina tenía como finalidad recibir el apoyo del mundo occidental para favorecer para favorecer las negociaciones entre los dos actores principales del conflicto. Técnicamente se podría hablar de un linkage (vinculación). Estando dentro del occidente Argentina recibiría un fuerte apoyo de la comunidad internacional para que el Reino Unido se sentara a la mesa de negociaciones.

Encuadrado el conflicto como Este-Oeste, tiene mayor vigencia para la OTAN, incluyendo especialmente Estados Unidos, que las Islas Malvinas como base militar continúe bajo el control británico, como quedó demostrado en la votación de la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuando Estados Unidos fue el único país que votó en contra del establecimiento de una zona de paz en el Atlántico Sur en 1986 y 1987.

En suma, a partir de la creación de la zona de administración y conservación alrededor de las Islas Malvinas, comenzamos a observar una postura más dura por parte de Argentina o más realista del conflicto.
Argentina reacciona, creando un Comité Militar, proponiendo un cese de hostilidades a cambio del levantamiento de la zona y declaraciones conjuntas con Brasil y Uruguay.

La postura, más dura de la primera reacción Argentina se fue diluyendo a medida que se acercaba la puesta en vigencia de la zona y aparecía en escena un nuevo actor internacional en el conflicto.
El canciller argentino Dante Caputo, admitió acercamientos con el Reino Unido a través del Departamento de Estado de los Estados Unidos. (Entrevista en la Revista Somos 18/2/87).

Tenemos que coincidir con Moneta cuando afirma “que existen sectores que sostienen que la vía adecuada para lograr que Inglaterra participe en una mesa de negociaciones, con posibilidades de alcanzar la restitución de las islas, depende de la presión que pueden ejercer sobre ella los Estados Unidos. En consecuencia, promueven la recomposición –a cualquier costo- de las relaciones con esa superpotencia, repitiendo de distinta manera, el error cometido por el régimen militar”. (Moneta, 1984).

En suma, creemos que Argentina debe abandonar el idealismo periférico. El canciller expresó “lo que Italia, Francia, China, los Estados Unidos o la Unión Soviética hagan entre ellos, la Argentina puede hacerlo igualmente. Entre el Oeste y el Este hay algo que esos señores se olvidan (los que pretenden alineamiento automático) y que se llama República Argentina” (“La Nación” 28/11/86).

Argentina debe ubicarse más concretamente en los circuitos internacionalizados: en el estratégico por la base militar británica en las Malvinas y en el alimentario o pesca, para abordar con mayor efectividad su accionar internacional.
Las iniciativas argentinas realizadas en el período analizado, alejan del horizonte la posibilidad de una acción negociada del conflicto frente a una política pragmática y realista del Reino Unido, respaldada por la Alianza Atlántica en general y por los Estados Unidos en particular.






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MALVINAS: REALISMO INGLÉS E IDEALISMO ARGENTINO 1988

Malvinas: realismo inglés e idealismo argentino

Publicado en el semanario “El Fueguino”, Ushuaia, 20 de mayo de 1988

Por Alfredo Bruno Bologna


Después de la guerra de las Malvinas de 1982 hasta el presente se hace necesario hacer una evaluación del accionar argentino para determinar si nuestro país avanza por el camino de la recuperación de las islas o si por el contrario ese objetivo se encuentra cada vez más alejado de nuestro alcance.

Cronológicamente se pueden determinar tres períodos, en los cuales la estrategia de los actores principales, Argentina y el Reino Unido, se contraponen y tal vez pueda decirse que es un juego de “suma cero” ya que lo que uno gana lo pierde el otro.

Las tres etapas de análisis son: 1. Base militar construida por los ingleses en las Malvinas en 1985; 2. La cuestión pesquera 1986 y 3. Maniobras militares realizadas en las Malvinas por el Reino Unido en 1988.

En esta nota nos ocuparemos de la base militar construida por los ingleses en 1985.

1. Desmalvinizar la política exterior argentina
Según Moneta, “el intento por parte de algunos actores internos de “malvinizar” la futura política exterior, de tener éxito impondría serias restricciones a nuestra libertad de acción en el marco internacional y lo que es más grave aún, podría conducir a graves distorsiones en la forma de encarar las vinculaciones con las grandes potencias a los fines de obtener de estas vinculaciones y en los costos que derivarán de los mismos”. (Moneta, 1984).

En este sentido, la política del gobierno democrático establecido en el país a partir del 10 de diciembre de 1983 fue muy precisa. En una conferencia pronunciada en la Cámara de Anunciantes, el 2 de agosto de 1984, el canciller Dante Caputo expresó:
“Hemos heredado problemas territoriales cuya dimensión es bien conocida. Aquí quiero decir algo que puede resultar sorprendente y quizás un poco fuerte: no toda la política exterior son problemas territoriales. Dios nos libre de hacer girar toda la política exterior en torno a los problemas territoriales. Esto no quiere decir que sean secundarios. Por cierto que son absolutamente importantes y que no vamos a ceder en materia de integridad territorial. Pero no podemos estar encandilados en este momento ni con el problema del Beagle, ni con el de las Islas Malvinas. Sin ninguna duda, tenemos que concentrar todo nuestro esfuerzo y capacidad allí, sin conceder nada, tratando de no cometer un solo error. Pero frente al tremendo desafío que consiste en crear una democracia estable y una economía pujante y dada la importancia que tienen las relaciones exteriores para coadyuvar a hacer frente a estos dos desafíos, no tenemos derecho a crear todo un sistema de relaciones exteriores basados solamente en los conflictos internacionales. Espero que esto quede claro: no estoy minimizando los conflictos territoriales, estoy diciendo que no nos deben encandilar ni nos deben impedir el llevar adelante todo lo que tenemos que hacer”.

Quisiéramos hacer algunas observaciones sobre el planteamiento de la cuestión.
1.1. Se coloca en un plano de igualdad el litigio de límites con Chile en la cuestión del Beagle y el conflicto Malvinas.
Debemos establecer una distinción entre los mismos:

a) La cuestión austral con Chile en el Canal de Beagle, se caracteriza como conflictos de soberanía tipo B. La disputa se origina entre países latinoamericanos, después de la independencia de los mismos y focalizados en la demarcación de límites parciales. (Aguirre Peralta, 1986).

b) La cuestión Malvinas, es un conflicto de soberanía de tipo A. Se trata de la penetración colonial británica en el siglo XIX que ocupó territorios durante el período colonial español que habían estado adscriptos a Virreinatos y que las naciones de América reclamaban como suyos al acceder a la independencia en virtud del principio del uti possidetis o del derecho de sucesión.

Esta distinción es importante para saber luego qué medios se deben emplear. El conflicto de límites en la zona austral es con un país latinoamericano y de demarcación. La cuestión Malvinas está inmerso dentro de la filosofía colonialista del imperio británico, que se apoderó por la fuerza de un territorio que no le pertenecía. Este hecho es atípico en la sociedad internacional contemporánea donde aún perduran enclaves coloniales de la época de la conquista por la fuerza. Para enfrentar una potencia colonial, aunque en decadencia, no solo se debe reivindicar la cuestión de soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur (San Pedro) y Sandwich del Sur, sino que deben aplicarse todos los medios posibles para evitar la perduración del status en materia política, económica y cultural. Malvinas no es en la actualidad solo un problema de soberanía territorial, la cuestión es global frente a la política colonialista.
De cualquier manera si el gobierno democrático, asimiló los dos conflictos, sin mencionar la Antártida, no se entiende el apresuramiento por la cuestión austral y la tardía reacción frente a algunos hechos consumados del Reino Unido en su territorio colonizado.

1.2. La estrategia argentina se basaba en una percepción equivocada de la sociedad internacional

En el tema Malvinas, Argentina inició una activa gestión diplomática con el mundo occidental.
En la disertación del canciller Dante Caputo sobre “30 meses de Política Exterior en Democracia” el 4 de junio de 1986 en la Carrera de Ciencia Política, de la Universidad de Buenos Aires, expresó:
“Un tema sobre el que hemos trabajado con mucho cuidado a fin de llevar adelante una legítima aspiración de nuestro pueblo por una vía racional y no contradictoria con la inserción de Argentina en el mundo occidental, es la disputa de las Islas Malvinas”.
El tema Malvinas encuadrado como tema colonial no importa solo a los países occidentales que por lo general fueron potenciales colonizantes, sino que es un tema que preocupó a toda la sociedad internacional, fundamentalmente luego de la Segunda Guerra Mundial a las Naciones Unidas y aquellos países que trataban de liberarse de su metrópoli.
La percepción de la cancillería argentina restringía la sociedad internacional, solamente al mundo occidental, y de este, muy poco podía recibir. A pesar de excluir el tema Malvinas como aspecto colonial.
Esta estrategia de apostar a occidente, fue inadecuada. El mismo canciller manifestaba, que el voto de la Comunidad Económica Europea en la Asamblea General de Naciones Unidas en 1984, era insólito.
En 1985, Argentina logra el voto favorable de varios países de la Comunidad Económica Europea, pero se elimina de la resolución la palabra soberanía.
Luego de estas dos omisiones, el mundo occidental vota a favor de Argentina en Naciones Unidas, pero al solo efecto de que comiencen las negociaciones entre los actores en conflicto. La gran mayoría de estos países estableció que para la solución del conflicto debía tenerse en cuenta el criterio de autodeterminación de los isleños, tema sobre el cual Argentina se opone.

1.3. Un tercer aspecto a considerar, es que, coincidimos que los temas prioritarios de la Política Exterior Argentina del nuevo gobierno fueran crear una democracia estable y una economía pujante.
Estos temas tienen que ser prioritarios para un país que haya conformado un aspecto territorial. Argentina es uno de los casos atípicos que muestra nuestra sociedad internacional.
En 1833 una potencia colonial arrebató parte del territorio argentino e instaló una base estratégica militar a solo 500 kilómetros de su costa, conformando con las dependencias un semicírculo de penetración y control del Atlántico Sur y ocupando una zona de su mar adyacente.
Las islas Malvinas representan un pasado colonial que no termina de morir en Argentina y en otras zonas del planeta. Esto se agrava con los recursos existentes en la zona como pesca y petróleo.
La recuperación económica de Argentina está íntimamente relacionada con su conformación territorial, la libertad de sus mares, la libre explotación de sus recursos y su seguridad nacional.
Mientras en Argentina se aplicaba la estrategia de desmalvinizar la Política Exterior Argentina, el Reino Unido comenzaba a construir un aeropuerto con una pista de 2.590 metros y toda la infraestructura militar en las Islas Malvinas, que fue inaugurada el 12 de mayo de 1985.
Más ideologizado con el realismo político, el Reino Unido, establece una base militar en el Atlántico Sur, que puede servir a sus intereses nacionales como también a sus aliados de la OTAN.

¿Cuál fue la reacción argentina ante este hecho que cambiaba la situación de fuerzas en el Atlántico Sur?
Podemos afirmar que fue una reacción idealista y tardía.
El canciller argentino, Dante Caputo, denunció el hecho, luego de la inauguración en el Consejo Permanente de la OEA (15 de mayo) y frente a los representantes del Movimiento de No Alineados en Naciones Unidas (17 de mayo) haciendo una breve referencia en su exposición ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el 26 de noviembre de 1985.
La construcción del aeropuerto Malvinas se conocía desde hacía un año, tanto en el país como en el extranjero.
La estrategia argentina permitió un consenso favorable para el país en los organismos internacionales mencionados, pero ello no alteró la fortificación de la base estratégica en Malvinas.
Tibiamente el canciller argentino esboza una acción contestataria:
“El gobierno argentino sabe que la única alternativa real a los riesgos que está provocando el Reino Unido consiste en persistir en la búsqueda de una solución pacífica de la controversia por la vía diplomática, aún cuando se siente obligado a tomar medidas indispensables para proteger su seguridad, que nada tiene que ver, ni cualitativa ni cuantitativamente, con las que se acaba de tomar” (Discurso en la OEA del 15 de mayo de 1985).
Sin embargo no se observaron en Argentina en los días posteriores “medidas indispensables para proteger su seguridad”.
La esperanza argentina fue que el conflicto se iba a solucionar con una adecuada inserción del país con el mundo occidental. Cosa que no ocurrió.
Por ello el canciller llega a la conclusión de que “Nos enfrentamos a la cuadratura del círculo. El gobierno británico dice lo que dice, que no se van a sentar a negociar si el tema soberanía está incluido en la agenda de la discusión. Los argentinos decimos que es obvio que no vamos a sentarnos a negociar si el tema se excluye de la agenda de las negociaciones”. (Disertación en la Carrera de Ciencia Política, 4 de junio de 1986).
Mientras Argentina intenta negociaciones bilaterales y apoyo en los organismos internacionales, el Reino Unido construye una base militar cuyas características no son solo de defensa sino de ataque a cualquier país del área.
Hechos posteriores, referidos en este caso a los recursos, la pesca, en las zonas adyacentes de las Islas Malvinas, iban a complicar aún más este conflicto.
Esta etapa idealista, de desmalvinizar la política exterior argentina y lograr apoyo internacional a través de declaraciones en los organismos multilaterales, no dio en la práctica resultado positivo para la reivindicación de la soberanía argentina en las Islas Malvinas.



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MALVINAS: ¿BASE ESTRATÉGICA DEL REINO UNIDO O DE LA OTAN? 1988

Malvinas: ¿Base estratégica del Reino Unido o de la OTAN?

Publicado en el semanario “El Fueguino”, Ushuaia, 29 de abril de 1988

Por Alfredo Bruno Bologna


El reciente Anuncio del Reino Unido al realizar maniobras militares en el Atlántico Sur, planteó nuevamente la cuestión de la base estratégica de las Islas Malvinas, en el sentido de que si la misma está inspirada por una filosofía globalista de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) o si solo responde a los intereses nacionales de la potencia colonial.

Para ello se hace necesario ver la actuación de la OTAN durante la guerra de 1982 y su evolución hasta la actualidad y tratar de detectar los cambios producidos en la sociedad internacional en el ámbito de los organismos defensivos.

1. La postura de la OTAN en el conflicto bélico de Malvinas 1982

Trataremos de ver en esta parte la participación de la OTAN en el conflicto bélico de 1982 y luego ver su proyección en la actualidad.
A pesar de que el Tratado de la Organización del Atlántico Norte, que se firma en Washington en 1949, especifica claramente los límites de su jurisdicción, en reiteradas oportunidades la OTAN actuó fuera de su área específica, como lo comprobaremos en la guerra de Malvinas.
En el artículo 5º del Tratado se determina:
“Las partes convienen en que un ataque armado contra una o más de ellas en Europa y América del Norte… será considerado como un ataque contra todos”.
Más específicamente en el artículo 6 se aclara:
“Se entiende por ataque armado todo ataque contra el territorio de cualquiera de las partes en Europa o América del Norte… al Norte del Trópico de Cáncer”.
Sin estar las Islas Malvinas incluidas dentro de la jurisdicción de la OTAN, la misma se manifestó en varias oportunidades con relación al conflicto.
Se pueden detectar posturas contradictorias en la OTAN a medida que el conflicto entraba en un escenario bélico o de enfrentamiento militar.

a) Oposición. Luego del desembarco argentino en las Islas Malvinas el 2 de abril de 1982, la primer ministro británica Margaret Thatcher, anunciaba en la Cámara de los Comunes, el día 3, que el portaviones Invencible zarparía el lunes hacia las Malvinas, encabezando una poderosa fuerza naval. “El objetivo del gobierno –afirmó- es ver que las islas y sus dependencias continúen siendo británicas”.
Ante este hecho la OTAN aconsejó a Gran Bretaña que no utilice la fuerza en el conflicto de las Islas Malvinas y le pidió que reintegre cuanto antes su flota naval al Atlántico Norte. (“Clarín”, 8/4/82).
Esta actitud de la OTAN se comparecía con los objetivos de la Alianza Atlántica que implementa la “teoría de la contención” elaborada por el diplomático norteamericano, George Kennan, que tiene como finalidad contener el avance de la Unión Soviética en Europa, después de la Segunda Guerra Mundial y en plena época de la guerra fría.
La OTAN no podía darse el lujo de distraer las fuerzas de la segunda potencia militar de la Alianza, en un conflicto alejado de su jurisdicción y que no estaba encuadrado dentro del esquema ESTE-OESTE.

b) Consulta previa. Un segundo momento dentro de la OTAN se produce el 19 de abril de 1982, cuando la Alianza solicita al gobierno inglés que antes de atacar a la República Argentina, consulte e informe a la Organización.
Observando la Organización, la firme determinación del gobierno inglés de recuperar por la fuerza las Islas Malvinas, parece acompañar el accionar de la potencia colonialista, como un hecho consumado.
Se puede detectar aquí por parte de la OTAN una actitud intermedia.

c) Apoyo total a la postura inglesa. Un tercer momento y completamente antagónico con el primero, no solo desde el punto de vista de su filosofía sino también jurídico, se produce el 5 de mayo de 1982.
Comienza con un comunicado del Eurogrupo de la OTAN, compuesto por los ministros de Defensa de Bélgica, Dinamarca, Alemania, Grecia, Italia, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Portugal, Turquía y el Reino Unido.
El mismo expresa:
“Los ministros condenan la invasión armada de las Islas Malvinas (Falkland Islands) y sus dependencias por parte de Argentina, así como el rechazo a implementar la Resolución 502 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Destacan que se rechaza toda agresión u ocupación de territorio por la fuerza y subrayó la necesidad de buscar con urgencia una solución negociada aceptable para todas las partes interesadas, sobre la base de la Res. 502 en todos los aspectos” (Revue de I’OTAN, Bruxelles, 1982, Nº 3, pág. 32).

Los días 6 y 7 de mayo se reúnen en Bruselas los ministros de la OTAN que componen el Comité de Planes de Defensa y suscriben en un comunicado la Declaración de Ministros del Eurogrupo.
Posteriormente, los días 17 y 18 de mayo de 1982, el Consejo del Atlántico Norte de la OTAN en su reunión de Luxemburgo, declara:
“Los aliados condenan la agresión de las Islas Malvinas y sus dependencias por Argentina y deploran que después de seis semanas todavía no hayan retirado sus fuerzas como lo establece la Res. 502 del Consejo de Seguridad, con carácter obligatorio. Apelan a proseguir los esfuerzos con vistas a un acuerdo negociado satisfactorio, conforme a la citada resolución en su totalidad”. (Revue de I’OTAN Bruxelles, 1982, Nº 3, P. 27, Numeral 14).
¿Cuáles son los motivos por los cuales la OTAN deja de lado su filosofía de contención y su jurisdicción, para estar presente en una guerra en el Atlántico Sur?
Sin tratar de ser exhaustivos en este análisis se pueden mencionar como causas de la participación de la OTAN en el conflicto las siguientes:
El 30 de abril de 1982 y luego de un intento de mediación entre las partes en conflicto, el gobierno norteamericano, a través de su Secretario de Estado, Alexander Haig, anuncia la suspensión de todas las exportaciones militares a Argentina, suspensión de créditos del Banco de Exportación e Importación y la suspensión de garantías para compra de productos básicos argentinos. Además “El Presidente (Reagan) también dispuso que Estados Unidos responderá positivamente a requerimientos de suministros de material para las fuerzas británicas. Desde luego, no habrá participación militar directa de Estados Unidos”.
Esta actitud de Estados Unidos se desprende del hecho de que “El Reino Unido es nuestro aliado más estrecho” (Anuncio del Secretario de Estado, Alexander Haig en Revista “Estrategia”. Buenos Aires, 1982, Nº 71/72, pág. 213).
Creemos por lo tanto que la toma de posición con relación al conflicto por parte de una de las superpotencias (Estados Unidos) hace cambiar rápidamente los planes de los países indecisos y de la Organización misma.
Además desde otro ángulo, descartada la posibilidad de un conflicto ESTE-OESTE, el general canadiense, Robert Fall, consideró “que la acción naval en el Atlántico Sur está proporcionando una valiosa experiencia a la OTAN” (“Clarín”, 7/5/82, pág. 13).
Debemos recordar además, que antes del conflicto bélico de Malvinas, y por primera vez, la OTAN realizó maniobras militares en el Caribe, del 8 al 18 de marzo de 1982. Estas maniobras denominadas “Safe Pass 82” contaban con la presencia de 30 barcos y 80 aviones de Estados Unidos, Gran Bretaña, Bélgica, Canadá, Alemania y Holanda.
Venezuela protestó en la Organización de Estados Americanos por estas maniobras, considerando que la región debe ser protegida de las tensiones mundiales y de la confrontación entre las superpotencias (“La Nación”, 13/3/82, pág. 1).
Estos hechos deben evaluarse teniendo en cuenta la situación internacional.

2. Los organismos defensivos de occidente y la situación internacional.
Se puede apreciar en el escenario internacional, fundamentalmente en el período de la “detente” y con la Doctrina Nixon, una pérdida de prestigio de Estados Unidos, que comenzaría en el sudeste asiático y que llevaría al retiro de ese país de Vietnam.

a) Como consecuencia de la finalización de la guerra de Vietnam, se disuelve la SEATO (Organización del Tratado del Sudeste Asiático) sobre todo a partir de la XX Sesión de la Organización, realizada en Nueva York en 1975.
Termina así la intervención de Estados Unidos en la guerra y la colaboración prestada por sus aliados en la misma.
b) Luego de los sucesos revolucionarios de Irán, este país anuncia el 11 de marzo de 1979 su retiro de la CENTO (Organización del Tratado Central) y un día después toma similar actitud Pakistán. Se desintegra así otro organismo defensivo, ya que sólo quedaba Turquía, como país sede de la Organización.
c) Luego del Conflicto de Malvinas de 1982, no vuelve a convocarse el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca), ni por parte de Estados Unidos que lo hacía periódicamente, ni por parte de América Latina, a pesar de existir en el área el conflicto centroamericano.
Una evaluación del accionar de Estados Unidos en la Guerra de Malvinas, la realizó Tancredo Neves, al decir que ese país se comportó más como una nación europea que como una nación americana (“Clarín”, 2/2/85, pág. 16).
Para la invasión a Grenada, Estados Unidos tuvo que recurrir a una organización casi desconocida en el sistema interamericano, cual es la Organización de Estados del Caribe Oriental.
En la actualidad ni se discute el nuevo texto del TIAR elaborado en San José de Costa Rica en 1975.
d) En otra organización defensiva, la ANZUS (Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos), creada en 1951, se puede apreciar también su desintegración, ya que Nueva Zelanda no asiste a las reuniones desde 1986 por estar en desacuerdo con Estados Unidos en su política de no informar sobre la existencia de armamento nuclear en navíos y aviones de esa nacionalidad en sus mares.

Ante este panorama referido a los organismos defensivos de occidente, se llega a la conclusión de que el único organismo de esas características e importante en la actualidad es la OTAN, que tiene como misión estratégica la defensa del Atlántico Norte ante una posible agresión del Pacto de Varsovia.
Esto no significa, que tanto Estados Unidos, como su principal aliado el Reino Unido, apuesten solamente a la OTAN, sino que han firmado convenios bilaterales con países en distintas regiones y establecido bases militares. Sería interminable hacer referencia aquí a la descripción de bases militares y acuerdos establecidos, desde el punto de vista militar, y en las bases inglesas arrendadas a los Estados Unidos.

Lo que nos interesa saber, es si esas bases son de los países mencionados o son puntos de apoyo de la OTAN.
Este planteo se puede observar en distintas regiones. Por ejemplo, el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Gaspar Weinberger declaró que las tropas de su país en suelo español pertenecen a la OTAN. El Presidente del gobierno español, Felipe González, expresó: “No es posible. Ha debido haber algún error en la interpretación de las declaraciones de Weinberger o desconoce el convenio bilateral en vigencia entre España y los Estados Unidos” (“La Nación”, 7/12/86).

Lo que es dable observar, es que la OTAN, como único organismo importante desde el punto de vista defensivo pretende ampliar su ámbito de jurisdicción que en la actualidad no tendría límites dentro de una filosofía estratégica global.
Dos años antes de la guerra de Malvinas, autores ingleses proponían la presencia de la organización en el Atlántico y en el Indico. (Revue de l’OTAN Bruxelles, decembre, 1980. Nº 6. P. 7).

¿Cómo se proyecta esta situación para el caso Malvinas, en la actualidad?

3. Base estratégica de Malvinas. El 12 de mayo de 1984 se inaugura en las Islas Malvinas, el aeropuerto de Mount Pleasant, cuya pista principal tiene una extensión de 2.590 metros.
El aeropuerto con la infraestructura militar correspondiente tiene para nosotros dos percepciones:

a) Para el Reino Unido la base militar responde a las necesidades de un futuro ataque argentino.
La descripción del aeropuerto es la siguiente: “Diseminados a ambos lados de la pista de aterrizaje… numerosos cuarteles, polvorines y casamatas, contribuyen a la impresión de gigantismo”. A falta de cifras oficiales, las mas citadas son: “de 1.200 a 2.000 soldados, 4 Phantom F-4, aviones de transporte “Hércules”, numerosos helicópteros Sea King y Chinook, baterías antiaéreas Rapler, al menos una fragata y un submarino” (Corresponsal de la Agencia France-Press, Denis Hiault, (“La Nación” y “Clarín”, 21/2/88).
El Ministerio de Defensa británico expresó que las maniobras militares “Fire Focus” tienen como finalidad poner a prueba la capacidad defensiva de las fuerzas británicas frente a cualquier nuevo intento de “invasión”, estableciendo un puente aéreo de 13.500 km con escala en la isla de Ascensión.
“El general de división A. N. Carlier, comandante en jefe de la imponente base militar británica… expresó que su “misión consiste en defender las Falkland para asegurar la llegada de refuerzos a Mount Pleasant. El operativo Fire Focus dirá si el dispositivo actual es adecuado”.
La percepción de la cancillería argentina no coincide con esta interpretación británica. Dante Caputo, manifestó que la base no es defensiva… sino que está destinada a desencadenar con rapidez operaciones ofensivas sobre la parte sur de nuestro continente. Ese aeropuerto es indispensable para el caso de que el Reino Unido tome la iniciativa de atacar Argentina y ocupar en pocas horas puntos estratégicos de nuestro territorio continental” (Discurso del Canciller en la OEA del 15 de mayo de 1985).
La idea final es que no se trata de una base solamente defensiva sino ofensiva y se compatibiliza con la segunda cuestión que analizamos.
b) La percepción de la cancillería que avalamos es que la base se encuadra dentro de una filosofía globalista y no bilateral.
Esta apreciación se puede detectar a través de las declaraciones de funcionarios británicos que el canciller argentino cita en su discurso de la OEA.
El Ministro de Defensa británico, Michael Heseltine, en su intervención del 14 de setiembre de 1983 en el Cosmos Club de Washington dijo: “Y por último, mantenemos la capacidad para intervenir solos o con nuestros aliados, ya sea para proteger nuestros intereses nacionales, o en respuesta a un pedido de ayuda de nuestros amigos… Es esta capacidad la que hemos puesto de manifiesto en la campaña de las Malvinas. Y a la luz de ella estamos adoptando las medidas necesarias para mejorar nuestra movilidad estratégica, y nuestra capacidad para operaciones aéreas fuera del área de la OTAN”.
El 12 de julio de 1984, la Primer Ministro británica, Margaret Thatcher, expuso ante el Grupo Euroatlántico y dijo: “Pese a que la OTAN establece un límite arbitrario, muchos de sus miembros están dispuestos a enfrentar un desafío a problemas fuera del área de la OTAN…”.
Mayor importancia aún adquieren las palabras de la Primer Ministro británica cuando habla ante el Congreso de los Estados Unidos el 20 de febrero de 1985:
“Tenemos tropas en Chipre y en el Atlántico Sur y un reducido contingente militar en el Sinaí a vuestra solicitud. Soldados británicos están prestando servicios en 30 países. Estamos a vuestro lado en Beirut. Trabajamos con ustedes en los Océanos Atlántico e Índico. Nuestra marina está en guardia en el mundo. Gran Bretaña cumple con su responsabilidad para defender la libertad en el mundo y continuará haciéndolo”.
De tal manera que el conflicto para Argentina se traslada del plano bilateral al multilateral, teniendo frente a las costas, no una base del Reino Unido sino una base de la OTAN.

El Presidente de la Nación, Dr. Raúl Alfonsín ha manifestado recientemente: “Gran Bretaña quiere convencer a sus aliados de la NATO de que las Islas Malvinas tienen una importancia fundamental desde el punto de vista estratégico. Nosotros consideramos que no es así y creemos que ni siquiera Estados Unidos es de esa opinión” (“La Nación”, 6/1/87).

Algunos hechos parecieran demostrar lo contrario.
_ Un avión de los Estados Unidos aterrizó en las Islas Malvinas (Mount Pleasan) el 14 de marzo de 1987. El avión (Boeing 747) alquilado para un programa de explotación oceanográfica internacional carece de fines políticos, de acuerdo al Prof., Louis Garrison de la Universidad de Texas. Negó que el equipo buscara yacimientos de petróleo al sur de las Malvinas y reiteró que no tenía propósitos comerciales. El ministro de Defensa británico, insistió que el aeropuerto no será empleado con fines militares por los Estados Unidos”. (“La Nación”, 15/3/87).
Existe una evidente contradicción entre estas manifestaciones y las expresadas por la Primer Ministro británica ante el Congreso de los Estados Unidos.
_ El acto de maniobras militares británicas, sirve para aprovechar lo que Ian Steward - Secretario de Estado para las fuerzas armadas- calificó como un excelente campo de entrenamiento (“Clarín”, 13/2/88).
De acuerdo a los datos apuntados queda claro que Argentina debe plantear una estrategia diplomática no solo ante el Reino Unido sino ante todos los países de la OTAN. La base Malvinas responde más a una filosofía globalista que a los propios intereses británicos.




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