viernes, 26 de junio de 2015

REINO UNIDO 2013 Fuerte rechazo del gobierno británico a una mediación papal

Fuerte rechazo del gobierno británico a una mediación papal

Sorpresa, inquietud y negativa tajante. En ese orden la diplomacia británica recibió ayer el pedido que hizo la presidenta Cristina Kirchner para que el papa Francisco interceda en el conflicto con Gran Bretaña por el reclamo de soberanía en las islas Malvinas.
"No esperamos que el Vaticano cambie la posición histórica", reflexionó a LA NACION un vocero del Foreign Office. De esta manera, el Reino Unido desechó de plano la posibilidad de que el papa Francisco, por el hecho de tener nacionalidad argentina, vaya a intervenir en la disputa de Londres y Buenos Aires por las islas Malvinas.
"La Santa Sede es clara en considerar que la cuestión de las islas Falkland [Malvinas] es de índole bilateral entre naciones soberanas y que no tiene un papel que desempeñar. No esperamos que cambie esa posición", apuntó el portavoz del Foreign Office.
Así, la posición del gobierno británico no cambió en nada respecto de los alcances de la disputa por las Malvinas, aunque ayer claramente Londres bajó el nivel de confrontación con el papa Francisco. Es que la semana pasada, pocas horas después de que se conociera el nombramiento del nuevo pontífice, el primer ministro británico, David Cameron, manifestó su desacuerdo "respetuoso" con el papa Francisco en torno al reclamo argentino de soberanía sobre las islas Malvinas. Lo hizo al recordar un comentario que Jorge Bergoglio hizo en 2011, cuando declaró abiertamente que las islas son argentinas.
Video: En la primera audiencia con un presidente que brindó Francisco, habló con Cristina Kirchner sobre diversos temas
 
Ayer, el gobierno británico volvió a recordar que los malvinenses reafirmaron recientemente en un referéndum sus deseos de seguir siendo británicos. En esa consulta el 99% de los isleños apoyó el voto por el sí para continuar bajo el ala de la corona británica. La presidenta Cristina Kirchner no sólo calificó de "ilegal" ese referéndum, sino que ayer redobló su apuesta al pedir una suerte de mediación papal por las Malvinas. La jefa del Estado invocó al papa Juan Pablo II, que intercedió en el conflicto con Chile por el control del canal Beagle. Aquella mediación papal evitó una guerra entre ambos países en 1978 y fue una de las pocas mediaciones del Vaticano que llegaron a buen puerto para destrabar conflictos territoriales entre países.
La mediación papal de aquel entonces frenó una guerra y las gestiones las llevó el cardenal italiano Antonio Samoré, que había designado Juan Pablo II. El arbitraje se empezó a tejer bajo los gobiernos militares de Augusto Pinochet y de Jorge Rafael Videla y sólo se pudo firmar en 1984 durante la presidencia de Raúl Alfonsín y tras un referéndum favorable. La mediación se realizó porque tanto Chile como la Argentina habían solicitado en forma conjunta la intervención del Vaticano, algo que ahora no sucede con las islas Malvinas.
Es poco probable que el llamado de la Presidenta a una mediación papal tenga eco en Gran Bretaña, donde la mayoría de la gente es anglicana.
En las islas Malvinas sólo existen 300 católicos y apenas un 10% de éstos son practicantes. Pero más allá de ello el sacerdote de la iglesia St Mary's de Puerto Argentino, Richard McPartland, se mostró optimista respecto de la designación del papa Francisco y detalló que le gustaría que luego de ir a la Argentina el Santo Padre viaje a las islas.
En cambio, Mike Summers, que es uno de los siete asambleístas del gobierno local expresó a LA NACION que el pedido de una mediación papal por el conflicto del Atlántico Sur es "vergonzoso". A su vez, Summers añadió que "el Papa tiene problemas enormes para hacer frente a la iglesia católica y no es un político internacional. Por lo tanto, no debe participar en los asuntos políticos, cualquiera que sea su nacionalidad"..

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