lunes, 1 de junio de 2015

GIBRALTAR 2013 Por qué puede beneficiar a la Argentina una estrategia con España contra Gran Bretaña

Por qué puede beneficiar a la Argentina una estrategia con España contra Gran Bretaña

Mariano Rajoy analiza una diplomacia para presionar a Londres por la soberanía del Peñón europeo y las islas australes.


Sol para los ingleses. En las puertas del Mediterráneo, Gibraltar es un lugar soñado para que los británicos puedan ir a la playa. | Foto: Cedoc



La creciente tensión entre España y Reino Unido por el Peñón de Gibraltar abrió una ventana de oportunidad para la Argentina. Según publicó hace una semana el diario El País, el gobierno de Mariano Rajoy evalúa sumarse al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y, juntos, reclamar ante las Naciones Unidas por las Malvinas y el enclave británico en la península ibérica. Aunque aún Madrid no confirmó si adoptará esa estrategia, el enorme impacto político de ese escenario diplomático sería uno de los principales beneficios que tendría la Argentina.
Pero, además, hay otros puntos positivos para el país. “Las primeras ventajas a enumerar son: compartir con España un tema de la dimensión diplomática que tiene un reclamo de soberanía; compartir al contrincante; y, enriquecer nuestra agenda bilateral con un asunto que, por su envergadura, agrega densidad, intensidad e intimidad a los no siempre serenos diálogos entre Madrid y Buenos Aires”, explicó a PERFIL Federico Mirré, ex embajador argentino en Londres.
Según los especialistas, esa mancomunión de intereses tendría un gran poder mediático. “De dieciséis territorios en gestión ante el Comité de Descolonización de Naciones Unidas, sólo dos tienen por eje jurídico central de disputa el principio de la integridad territorial: Malvinas y Gibraltar. Son reclamados por Estados soberanos existentes a quienes parte de su territorio les fue usurpado. Esta singularidad otorgaría a una vinculación política de ambos reclamos un gran poder comunicacional y político. Para Argentina sería la oportunidad de traccionar el apoyo diplomático de un miembro de la OTAN y de la Unión Europea (UE)”, consideró, por su parte, Juan Recce, fundador de Pueblos por Malvinas y Director del Centro Argentino de Estudios Internacionales (CAEI).
El mismo diagnóstico comparte Federico Merke, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés. “Puede haber ganancias en términos de difundir el tema a la opinión pública. Gibraltar es muy conocido en Europa, tiene mucho turismo. Si hicieran un frente conjunto para denunciar resabios del colonialismo y medidas unilaterales de Gran Bretaña podrían hacer más ruido que si cada uno va por su lado”, opinó Merke, egresado de la Universidad de Warwick, al tiempo que consideró que esos beneficios no necesariamente se trasladen a una negociación diplomática efectiva con el gobierno británico en la disputa por la soberanía de las islas.
Argentina recibió el respaldo de la Asamblea General y del Comité de Descolonización de la ONU en su reclamo por Malvinas. Sin embargo, nunca tuvo el apoyo explícito de la UE, que en el Tratado de Lisboa incluyó a las islas como uno de los territorios británicos de ultramar. Si bien España atraviesa una crisis económica aguda y no es una potencia, una estrategia en común potenciaría ambos reclamos.
Pero en Madrid aún no hay certezas de qué camino elegir. Según el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), es “ridículo” asociarse a la Argentina. “El gobierno español debe ser cauteloso. Ir de la mano de Argentina en Malvinas es una ocurrencia que no podemos continuar. Este es un tema muy serio”, advirtió Alfredo Pérez Rubalcaba, jefe de la oposición.
Lo cierto es que el canciller José Manuel García Margallo se reunirá con Héctor Timerman en Buenos Aires entre el 2 y el 7 de septiembre. En ese encuentro, discutirán sobre la expropiación de Repsol, que erosionó la relación bilateral, pero también podrían dialogar sobre los reclamos de soberanía.
En tanto, en Londres la dirigencia cerró filas en defensa de esos territorios, que le permite tener presencia militar en el Atlántico Sur y en el Mediterráneo. “Rajoy podría haber sido uno de los más importantes aliados de Cameron en la Unión Europea. En cambio, su uso cínico de Gibraltar lo expuso como un populista de la peor clase. Invocando un frente antibritánico con la Argentina, Rajoy quemó sus naves con Cameron”, escribió este jueves Roger Boyes, editor del diario The Times.
Al principio de su mandato, Rajoy evaluaba como fórmula la soberanía compartida con el Reino Unido durante un tiempo limitado. Ahora, amenaza sumar a la Argentina. Pero, en Downing Street, todo lo vinculado con las denuncias argentinas por Malvinas produce escozor y rechazo. Ahora, en el Palacio de la Moncloa ya lo saben.

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tension con españa

Londres pidió a la UE que envíe observadores al Peñón de Gibraltar


Aún no suenan tambores de guerra, pero la tensión entre el Reino Unido y España no para de crecer. El primer ministro británico, David Cameron, le pidió ayer al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que envíe urgentemente observadores de la Unión Europea (UE) a Gibraltar, debido a las crecientes tensiones con el gobierno de Mariano Rajoy.
Además, Londres informó que está reuniendo pruebas para demostrar que los controles españoles “son ilegítimos”. “Nosotros creemos que la Comisión Europea, como guardiana de los tratados, debería investigar estos asuntos”, expresó ayer un vocero oficial del primer ministro británico, al argumentar que los controles vulneran el derecho a la libertad de movimiento.
Barroso le garantizó al líder conservador que no dudará en imponer las leyes vigentes del bloque a la hora de resolver la polémica por los controles españoles en la frontera con Andalucía, que ocasionaron horas de cola a las personas que querían cruzar la verja que separa ambos territorios. El funcionario comunitario pretende que el diferendo sea tratado por los dos países “de una forma que vaya en línea con su pertenencia común a la UE”.
Desde Madrid, no tardaron en responder. “Gibraltar no puede ser la frontera del contrabando de cigarrillos y del lavado de dinero”, advirtió el ministro de Interior español, Jorge Fernández Díaz. De esa manera, defendió “la legitimidad de los controles” meticulosos de las fuerzas policiales en la frontera con el enclave británico y acusó de “deslealtad” a las autoridades locales. “España tiene absoluto derecho de realizar los controles que está efectuando precisamente en defensa de la legalidad”, dijo el funcionario de Rajoy.
El conflicto creció luego de que las autoridades de Gibraltar arrojaron bloques de hormigón al mar, para evitar la pesca de buques españoles. Ante esa medida, España presentó una nota verbal de protesta ante el Reino Unido. Además, el gobierno español también repudió la construcción británica de un espigón en la cala este del Peñón, donde se levantarían dos espigones más y se arrojaría el consiguiente relleno de arena, ganando más terreno al mar.
La relación bilateral se enrareció aún más cuando el diario El País publicó el último fin de semana que Rajoy evalúa una estrategia en común con la Argentina en su reclamo por Malvinas, acudiendo a las Naciones Unidas, en un esfuerzo por denunciar el colonialismo británico.

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