lunes, 15 de junio de 2015

CELAC - U.E. Comercio y cooperación, en la agenda de la Celac y la UE

Domingo, 14 de junio de 2015 

Comercio y cooperación, en la agenda de la Celac y la UE

Hubo avances pero no acuerdo para la firma de un tratado de libre comercio. Deuda y Malvinas, en la declaración.

Foto de familia. Diplomáticos del norte y del sur, juntos.
Los países miembros del Mercosur y la Unión Europea reafirmaron la semana pasada “su total compromiso para alcanzar la conclusión de las negociaciones” por un tratado de libre comercio entre ambos bloques, y destacaron que el objetivo es “intercambiar las ofertas de acceso a mercado durante el último trimestre de 2015”.
Representantes de ambos bloques mantuvieron una reunión ministerial en la ciudad belga de Bruselas, en el marco de la Segunda Cumbre de la Comunidad e Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la UE que concluyó el jueves pasado.
La UE y el Mercosur iniciaron su acercamiento en 1995 con la firma de un acuerdo marco de cooperación. Después comenzaron las conversaciones sobre un acuerdo de libre comercio, que aun no han fructificado a raíz de diferencias sobre el mercado agrícola y los aranceles industriales.
Creado en 1991, el Mercado Común del Sur (Mercosur) es prácticamente la única organización subregional latinoamericana con la que la Unión Europea (UE) no tiene un acuerdo comercial.
Tras años de estancamiento, las negociaciones entre Bruselas y el bloque formado por Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela se relanzaron en 2010. Desde entonces se han celebrado nueve rondas de negociaciones, la última de ellas en octubre del año 2012.
Relación compleja. La relación entre la Unión Europea y los países del Mercosur se abordó en la reunión de jefes de Estado y de gobierno, así como durante un encuentro entre los ministros de Exteriores del bloque latinoamericano y la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström. Entre las principales diferencias siempre aparece la exigencia europea de dejar fuera el capítulo agrícola, único espacio que resulta tentador para los latinoamericanos.
A su vez, el Mercosur rechaza reducir sus aranceles al ingreso de productos industriales, que actualmente están en torno al 33.
La sombra de China. Incapaz de igualar la oferta de China de 250.000 millones de dólares en inversiones en América Latina, la UE buscó formas de evitar quedar marginada en la región, ofreciendo nuevos acuerdos comerciales, exenciones de visa y lazos más profundos.
Los funcionarios europeos dejaron de lado brevemente las preocupaciones sobre Grecia, Ucrania y el futuro de Gran Bretaña en Europa para subrayar que no han olvidado a América. “Hemos visto que China ha desarrollado relaciones comerciales muy intensas”, dijo la canciller alemana, Angela Merkel.
“Europa y América Latina deberían incrementar su comercio”, agregó.
La reunión se dio luego de una cumbre de China hace seis meses con el bloque de 33 países, en la que el presidente Xi Jinping prometió 250.000 millones de dólares en inversiones durante 10 años.
Enfrentando el impacto de una crisis de deuda que casi quiebra la zona euro, Europa tiene poco dinero para invertir. En cambio, está optando por usar su influencia como el mayor bloque comercial del mundo, sellando gradualmente una serie de acuerdos.
Funcionarios de la UE dijeron que, a medida que la demanda de China de las materias primas latinoamericanas disminuye, Europa tiene la oportunidad de reafirmarse.
La UE acordó con Brasil volver a intentar desbloquear las largamente estancadas conversaciones con el bloque comercial sudamericano Mercosur, comprometiéndose a realizar ofertas de intercambio para abrir sus mercados hacia fin de año. Bruselas lanzará conversaciones para profundizar acuerdos con México y Chile para reducir las barreras comerciales.
Ecuador está en proceso de implementar un acuerdo de libre comercio con la UE. Otros acuerdos en la cumbre incluyeron a cinco países del Caribe que obtuvieron el beneficio de viajar a Europa.
Interés argentino. La declaración final de la Segunda Cumbre incluyó por primera vez dos temas muy vinculados con la Argentina, como la necesidad de proteger las reestructuraciones de deuda soberana, y el respecto a la integridad territorial, que alude al conflicto por las Islas Malvinas.
“El balance es muy positivo para la Argentina y toda la región. Hubo posibilidad de exponer todos los temas que preocupan”, indicó el canciller Héctor Timerman. Remarcó que “Argentina está satisfecha porque se incluyó el respeto a la integridad territorial.

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