La ilusión del petróleo
DIARIO DE VIAJE
Son 16 los años que pasaron desde la primera vez
que viajé a Malvinas. Los isleños vivían el boom de la pesca, que los
transformó en una sociedad –aunque siempre pequeña– rica y cosmopolita.
Como en una elipsis de la historia, hay entre aquellas islas y las de
ahora semejanzas y diferencias. Como entonces, los isleños están tan
cerca del continente en geografía como lejos en sentimientos. Pese a que
sobreviven algunos lazos familiares y otros fraternales, los
malvinenses – odian que los llamen kelpers – jamás quisieron ni
querrán estar bajo bandera nacional. Los argentinos que aterrizan aquí
derraman lágrimas como ríos, pero suelen volver a sus casas con una
sensación distinta. Entre tanto, como esa elipsis de la historia, los
isleños viven ahora una nueva fiebre: la del petróleo . Basta con
ver a la generación que ni vivió la guerra. Se mueven como chicos de
gran ciudad, cuando sus padres era gente de campo hace sólo década y
media. Y se abrazan a las exploraciones hidrocarburíferas iniciadas en
2010 como si fuera la panacea y el final del conflicto de soberanía.
Confían en que, siguiendo la buena administración pública que tuvo la
pesca, el hallazgo de petróleo vuelva millonarias las cuentas bancarias
de cada uno de sus 3000 habitantes.
Diario "Clarín". Buenos Aires, 12 de febrero de 2012.
Diario "Clarín". Buenos Aires, 12 de febrero de 2012.
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