miércoles, 31 de diciembre de 2014

ARGENTINA. CON EXPORTACIONES RÉCORD, EL PESCADO NO QUEDA SIN VENDER

iECO Diario Clarín. Buenos Aires 28 de diciembre de 2014.

Con exportaciones récord, el pescado no queda sin vender

sector pesquero argentinoEs un negocio con ventas externas por US$1.500 millones. Calamar, langostino y merluza, las especies más demandadas.
  • Liliana Cobelo

La pesca argentina continúa ganando terreno en los mercados internacionales, lo que genera un importante aporte de divisas al país. En 2013 se exportó por un récord de US$1.500 millones. En lo que va de 2014, el sector también viene viento en popa, con cerca de US$30 millones más que en igual período de 2013 (aunque en octubre hubo una leve baja respecto a igual mes del 2013, según Economía & Regiones). China incrementó sus compras en alrededor de un 30% y el Sudeste Asiático subió la demanda. Se exporta calamar, langostino, merluza y hasta aleta de raya. “La merluza hubbsi ya no ocupa el primer lugar del ranking, como en la era del secretario de Agricultura Felipe Solá en los 90, durante el primer gobierno de Menem, y el jubileo de permisos pesqueros que llevó al agotamiento del recurso y la depredación de los mares”, comenta un operador.
Según la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, “las exportaciones registradas en 2013, hasta julio, fueron cercanas a los US$750 millones, mientras que en el mismo período de 2014 se registraron ventas externas por US$778,8 millones, lo que significa un incremento del 3,9%. Las exportaciones totales crecieron un 3% respecto del año pasado”. Para Economía & Regiones, en lo que va del año, “hasta octubre de 2014 esta industria acumuló un ingreso de divisas de US$1.419 millones, 6% más respecto al acumulado hasta octubre de 2013, debido a la suba del precio internacional del langostino, la especie más exportada”. Según el Minagri, los principales destinos en dólares son: España (28%), Japón (10%), China (9%), Italia (8%), Brasil (8%), EE.UU. (7%), Francia (2%) y otros (28%).
En el plano local, pese al boom exportador, no se olvidan del consumo interno. En lo que va de 2014, es de 9,7 kilos por habitante, de los 9 kilos de 2013 y los 6,8 kilos de 2012. Se están analizando mecanismos para potenciar el consumo interno y a su vez fomentar este sector que genera alrededor de 40.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos en todo el país. Un informe del Minagri indica que la Argentina “participa en un 1,03% de la producción mundial de pescados y cuenta con 1.020 buques con permisos nacionales y provinciales operando en el Mar Argentino. Y un total de desembarques acumulados de 671.706 toneladas durante el año 2014”.
Amores chinos En el primer semestre de 2014, la Argentina exportó a China un 30% más de lo enviado en el mismo periodo del año pasado. La relación con ese país está más que afianzada, también con Asia en general. La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) + 3, que está integrada por Indonesia, Filipinas, Malasia, Singapur, Tailandia, Vietnam, Brunei, Camboya, Laos, Myanmar, y los tres países más relevantes en materia comercial de Asia: China, Corea del Sur y Japón, importaron este año cerca de 60.000 toneladas de productos pesqueros por un total cercano a los US$200 millones.
En esta línea, Argentina volvió a destacarse en la Seafood Expo Asia, en el Hong Kong Convention and Exhibition Center, en China. El stand de 126 metros cuadrados de “Mar Argentino, salvaje y austral”, emblema distintivo del sector pesquero nacional en las ferias internacionales de productos de la pesca, fue uno de los más visitados en la expo y contó con la presencia de doce empresas pesqueras que exhibieron distintos productos del caladero nacional. También la 5ta Reunión del Subcomité de Pesca China-Argentina fue un éxito en cuanto a buenas relaciones y proyectos en común. China y Argentina acordaron acciones de fortalecimiento en materia sanitaria, de cooperación científica y tecnológica y comercio pesquero, entre la Academia de Ciencias de la Pesca de la República Popular China y el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero de la República Argentina (INIDEP). No es novedad la existencia de empresas pesqueras argentinas de capitales chinos, las cuales participaron del encuentro, abordaron temas referidos a capacitación en acuicultura, resolución de autorización para la utilización de aditivos, exportaciones de harina de pescado y nuevas inversiones.
En el encuentro también se acordó la realización del segundo curso de capacitación en materia acuícola (Ver Pacú, trucha, surubí...) para mayo de 2015 -lo que permitirá incorporar más elementos a los técnicos argentinos para seguir desarrollando y expandiendo la actividad en el país- que será realizado por la Academia de Ciencias de la Pesca de China.
Obviamente, en la reunión la delegación argentina volvió a insistir con la reducción y/o eliminación de los aranceles vigentes para el ingreso de calamar illex y langostino argentino a China. En tanto, los chinos pidieron la apertura de un nuevo registro para la incorporación de buques pesqueros a operar en la Zona Económica Exclusiva Argentina. Frente a tal solicitud, la parte argentina manifestó que la elevará al Consejo Federal Pesquero, para su evaluación.
“Los acuerdos del gobierno argentino con China son mirados de reojo por quienes apuntan a la sustentabilidad. No sólo porque se han detectado barcos ilegales chinos pescando en Mar Argentino, sino por sus sistemas de producción/extracción que no se caracterizan por la protección del ambiente”, dicen en una ONG ecologista.
Impacto y protección Al mismo tiempo, en la Argentina arrecian las críticas a la actividad en general. La pesca ilegal de flota internacional en la milla 201 (300 buques que se llevan al año producto por US$2.000 millones, tema en el que trabaja mucho Greenpeace), la falta de controles y el reparto de los cupos de captura encabezan el ranking de las críticas.
Para la Fundación Vida Silvestre, la actividad pesquera es uno de los desafíos ambientales de la Argentina. “En los últimos 20 años, el Mar Argentino perdió el 70% de su población de merluza debido a la sobrepesca y la captura y descarte de juveniles, antes de su reproducción. El cierre paulatino de algunos mercados, como el español, que exigía ejemplares pequeños, y la disminución de la actividad pesquera (por falta de recurso y de rentabilidad) permitieron una leve recuperación durante el último bienio”, afirma. “De no cumplirse los controles sobre las cuotas máximas de pesca y el uso de tecnologías que eviten la captura innecesaria de ejemplares pequeños, este recurso podría volver a perderse”, advierte la organización.
Una buena noticia es el proyecto Pampa Azul, liderado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, que promueve la investigación, la creación de áreas marinas protegidas y la planificación para el uso sustentable de los recursos marinos. “La creación, en 2013, de la primera reserva oceánica, Namuncurá Banco Burdwood, eleva a 4% la protección del ecosistema marino nacional, muy amenazado por la contaminación derivada de la explotación pesquera, el volcado de efluentes, el transporte marítimo y el cambio climático”, afirman.
“En los años 90, Argentina firmó un Acuerdo Pesquero con la UE, para que decenas de barcos pesqueros de gran escala, expulsados después de agotar los caladeros de otros lugares del mundo, ingresaran al Mar Argentino; fue uno de los peores desastres sufridos por el ecosistema marino del Atlántico Sur, y aún hoy en día estos barcos siguen depredando y amenazando la fuente de trabajo de comunidades costeras”, dicen en Greenpeace. “No nos oponemos a todo tipo de pesca, sino a aquella que es depredadora, pone en riesgo de extinción a las especies y destruye los ecosistemas”, sostienen.
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