lunes, 4 de mayo de 2015

EE.UU. 1997. CLINTON - MENEM. MALVINAS EN LA AGENDA



La gira del presidente norteamericano

Clinton reiteró su apoyo al Mercosur ante Menem

El respaldo a la asociación regional fue, como en Brasil, el eje de su visita, pero también subrayó la excelente relación bilateral; anoche, grupos de izquierda produjeron serios destrozos en Palermo

El presidente norteamericano, Bill Clinton, insistió ante su par argentino, Carlos Menem, en que el Mercosur y el Area de Libre Comercio de América (ALCA) no son incompatibles y reiteró su respaldo al mercado regional.
Ese respaldo ya lo había pronunciado en Brasil. El gobierno de Fernando H. Cardoso, con una posición más firme que la argentina, había tomado la delantera en el pedido de esa ratificación norteamericana.
En cambio, la Argentina y su gobierno recibieron un total respaldo político por parte de Clinton, que en su discurso de anoche, en la Sociedad Rural, dio expresas muestras de apoyo a Menem al sostener que "ninguna otra persona hizo más que Menem para aprovechar las oportunidades de nuestra era".
El visitante hizo referencia a la designación de nuestro país como aliado extra-NATO como reconocimiento a sus contribuciones al mantenimiento de la paz internacional, a pesar de que no pudo traer la confirmación del Congreso norteamericano.
Clinton aclaró que Menem no le pidió su intermediación por el tema Malvinas, pero se mostró complacido por los avances alcanzados por la Argentina y Gran Bretaña y manifestó su esperanza de que ese proceso continúe de manera fructífera, en lo que se interpretó como una señal positiva en la cuestión del archipiélago.
Como estaba previsto, el presidente norteamericano se reunió con los cinco principales dirigentes de la Alianza, entre los que tuvo un trato preferencial para con el ex presidente Raúl Alfonsín. Los líderes de la oposición también expresaron su posición en defensa del Mercosur.
También recibió a miembros de la comunidad judía, a los que les expresó la preocupación del gobierno norteamericano por la falta de esclarecimiento de los atentados contra la AMIA y contra la embajada de Israel.
En las primeras horas de la noche, grupos de extrema izquierda produjeron graves incidentes y provocaron toda clase de destrozos sobre la avenida Santa Fe. Luego de casi una hora intervino la policía, que detuvo a unos 200 activistas.

Balance : evidencias de una relación en su mejor punto

Acuerdo sobre el Mercosur; acuerdo sobre la necesidad de mejorar la integración en toda América; acuerdo, incluso, para evitar cualquier posible roce en aquellos temas que podrían ser más conflictivos.
Ni aun para avezados cronistas políticos, especialistas en bucear bajo el agua en reuniones de jefes de Estado, resultó fácil ayer encontrar algún punto de posible discrepancia en las conversaciones que mantuvieron Bill Clinton y Carlos Menem durante la extensa jornada de la visita extranjera más importante del año.
Ese esfuerzo evidente por subrayar las coincidencias de visión entre ambos países antes que colocar sobre la mesa algún tema conflictivo es lo que pareció destacarse ayer como el principal balance del día.
En otro contexto, en otro clima, Clinton podría haber ejercido más presión sobre aspectos tan propios para el debate como las quejas por la falta de esclarecimiento de los dos grandes atentados terroristas contra la embajada de Israel y contra la AMIA o la preocupación por casos de corrupción e incierta seguridad jurídica.
Todo eso se trató con terciopelo. Fue la mejor prueba de una relación bilateral en su punto más alto.

La preocupación interesado por los atentados

El mandatario se preocupó por la investigación de la voladura de la embajada israelí y la AMIA; pedido por las Malvinas
Bill Clinton expresó ayer su preocupación por los atentados a la AMIA y a la embajada de Israel, en las dos entrevistas que mantuvo con el presidente Carlos Menem en la Casa Rosada.
Clinton se interesó por las investigaciones judiciales y dijo que cualquier avance "sería una buena noticia", según relataron a La Nación varios testigos.
Menem tenía la respuesta preparada: elogió al juez JuanJosé Galeano, que tiene a su cargo la causa de la AMIA, y contó que la Corte Suprema había delegado la investigación de la embajada en un secretario.
También recordó que los organismos de inteligencia extranjeros, como la CIA y el Mosad, habían participado de las pesquisas, y que no obtuvieron ningún resultado relevante.
Menem quiso mostrarle a Clinton que se esfuerza por esclarecer los atentados."Pero es muy difícil", dijo.
Clinton no formuló críticas, se contentó con mostrar interés por el tema, tal como le habían solicitado ocho senadores demócratas y la comunidad judía norteamericana.
También mostró preocupación por el fundamentalismo islámico y la llamada triple frontera, que comparten la Argentina, Paraguay y el Brasil. Dijo que está dispuesto a dar toda la colaboración que le requieran para reforzar los controles en esa zona.
Menem y Clinton estuvieron reunidos 55 minutos en el despacho presidencial de la Casa Rosada.Hubo pocos testigos: cuatro de cada nacionalidad.
Por la Argentina participaron el canciller Guido Di Tella; el vicecanciller, Andrés Cisneros; el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan; el embajador ante los Estados Unidos, Diego Guelar, y el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez.

Pedido por Malvinas

El clima de la reunión fue cordial y distendido. Menem aprovechó entoncer para hablar sobre el conflicto de soberanía por las islas Malvinas.
Aclaró que pide una mediación, pero solicitó que Estados Unidos mantenga la posición que tiene en las Naciones Unidas, donde vota en favor de las resoluciones que instan a la Argentina y al Reino Unido a negociar.
La intención de Menem es presionar a los británicos, que se niegan a hablar de soberanía desde 1982.El problema es que las resoluciones de la UN "exhortan" a las partes a negociar, pero no las obligan.
"Tanto la Argentina como elReino Unido son nuestros aliados", fue la respuesta de Clinton, quien expresó su voluntad de que el tema se resuelva; elogió el avance en las relaciones bilaterales y dijo que existía una buena predisposición por parte deTonyBlair, el primer ministro británico.
Pero reiteró que los Estados Unidos sólo jugarían un papel si se lo piden ambos países. Eso fue durante una reunión que mantuvieron al terminar la primera, con un grupo más amplio de colaboradores.
Clinton también volvió sobre la ley de patentes, porque a juicio de los Estados Unidos la que sancionó el Congreso argentino es insuficiente para proteger la propiedad intelectual.
Menem dijo que, si bien la legislación argentina "es perfectible", cumple con los requisitos internacionales, establecidos por elGATT.
El presidente de los Estados Unidos también pidió que la Argentina se sume al proyecto que tiene para gravar las transacciones comerciales que se hacen vía Internet.
Menem, a su vez, pidió apoyo para el ingreso de la Argentina en la Organización para la Cooperación y el DesarrolloEconómico (OCDE), más conocido como el club de los países ricos.

El Mercosur y el ALCA

"Como dije en Brasil, el Mercosur es bueno y no es incompatible con elALCA", la zona de libre comercio para todo el hemisferio que impulsan los Estados Unidos, aseguró Clinton durante su reunión con Menem.
El mandatario norteamericano, como lo había hecho en Brasil, aseguró que hay que acelerar las negociaciones del ALCA, que deben concluir en el 2005."Podemos ir avanzando", dijo.
Menem defendió al Mercosur, como había hecho su colega brasileño,Fernando Henrique Cardoso.
Incluso, cuando Clinton pidió un segundo café y preguntó si su origen era brasileño o colombiano, Menem le contestó que era del Brasil,"porque compramos todo en el Mercosur".
Mostró entusiasmo con el ALCA, pero le preguntó a Clinton por el "fast track", la autorización que precisa del Congreso de los Estados Unidos para firmar los acuerdos comerciales.

El clima y los elogios

El presidente de los Estados Unidos también habló de la necesidad de controlar la emisión de gases que generan polución y el efecto invernadero.
Contó que una de las principales causas de la mortalidad infantil enChina es la polución. Clinton está haciendo una campaña internacional para buscar soluciones que -aclaró- no limitarán el crecimiento de los países en desarrollo.
Habló también de la designación de la Argentina como aliado extra-NATO, la primera que realizan los Estados Unidos desde que terminó la Guerra Fría.Por eso mismo, dijo Clinton en la Casa Rosada, no se trata de un aliado en una zona de conflicto (como era antes), sino de un "reconocimiento" al papel de la Argentina en los conflictos internacionales.
Finalmente, y a modo de despedida, elogió a Menem, porque las relaciones con los Estados Unidos "mejoraron notablemente", y también por la "transformación extraordinaria" del país.
Los funcionarios argentinos, que estaban más que conformes con el resultado de las reuniones, aunque se tocaron algunos temas incómodos para Menem, destacaron las últimas frases de Clinton.

Menem presentó dos sugerencias por la paz

Reunión: el presidente argentino aconsejó a su par de Estados Unidos enviar ayuda a Palestina y retirar las minas antipersonales.
Enviar cascos blancos norteamericanos a Palestina y respaldar las iniciativas de retirar las minas antipersonales fueron dos de las sugerencias que se permitió hacer el presidente Carlos Menem a su par Bill Clinton.
Ambas sugerencias fueron expresadas durante el encuentro que, con trece integrantes de sus respectivos gabinetes, los mandatarios mantuvieron ayer por 21 minutos en el Salón Norte de la Casa Rosada.
Las respuestas a ambas cuestiones fueron muy distintas. En el caso de los cascos blancos, cuerpo de ayuda humanitaria que realiza misiones en distintos lugares del mundo, se recordó que voluntarios norteamericanos realizan tareas en la actualidad en Alto Vera, en el sur paraguayo.
Pero para eludir definiciones sobre la posición en esa zona del Medio Oriente, ni Clinton ni ninguno de sus funcionarios se atrevió a explayarse sobre si enviarán o no a sus cascos blancos para ayudar a la población palestina desprotegida.
En cuanto al pedido de contribuir al levantamiento de las minas antipersonales, campaña encarada en sus últimos tiempos de vida por lady Diana Spencer que mereció el reciente Premio Nobel de la Paz a la institución pionera en esa lucha, Clinton no dudó en confirmar que Estados Unidos mantendrá en ese campo dos excepciones.
Para evitar una invasión masiva, Estados Unidos no está dispuesto a retirar las minas antipersonales en la zona limítrofe de las dos Coreas. Tampoco parece estar dispuesta a levantar las minas antitanques diseminadas por el mundo . .
María O´Donnell
 
 

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