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 Publicado en el diario "La Capital", Rosario, Argentina, 14 de junio de 2012 
  
 Por Bruno Bologna * 
  
 La pertenencia de nuestro país a distintas organizaciones 
internacionales ha sido aprovechada convenientemente para incluir en la 
agenda de las reuniones el tema del conflicto de Malvinas. 
 La Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), el Mercado Común del Sur 
(Mercosur), la Alianza Bolivariana (Alba), la Comunidad de Estados de 
Latinoamérica y El Caribe (Celac), la Organización de Estados Americanos
 (OEA) y la Cumbre Iberoamericana realizaron pronunciamientos que 
exhortan a que las partes se sienten a negociar. 
 En esta oportunidad me quiero referir al tratamiento del tema dentro de
 la Unasur. Esta iniciativa proviene de Brasil cuando convoca a los 
presidentes de todos los países independientes de América del Sur a una 
reunión en Brasilia, los días 22 y 23 de mayo de 2008, con el fin 
constituir la Unasur. Participaron de la reunión todos los países 
independientes de América del Sur: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, 
Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela. 
 La primera reunión estaba prevista realizarse en Cartagena de Indias en
 marzo de 2008, pero la intervención militar de Colombia en territorio 
ecuatoriano hizo trasladar la sede de la misma a Brasilia. 
 La motivación de la reunión de Brasilia del 22 y 23 de mayo de 2008 
tenía para Brasil un doble propósito: constituir la Unasur y también un 
Consejo de Defensa Sudamericano. 
 La creación de un organismo de defensa sudamericano era una idea que se gestaba desde 2006. 
 La Unasur ha tenido una rica experiencia en la solución de conflictos 
como el intento de golpe de Estado en Bolivia y Ecuador y el golpe de 
Estado en Honduras, conflictos cuasi militares entre Colombia, Ecuador y
 Venezuela por la cuestión de los movimientos de las Fuerzas Armadas 
Revolucionarias de Colombia (Farc) en la zona y la situación de la 
región por la instalación de bases militares norteamericanas en 
Colombia. 
 Con relación a Malvinas en reiteradas oportunidades la Unasur se ha 
expresado sobre el conflicto. Podemos resumir las actuaciones de la 
siguiente manera: 
 1. Firme respaldo a los derechos argentinos. "Los jefes de Estado y de 
gobierno de Unasur reiteran su firme respaldo a los legítimos derechos 
de Argentina en la disputa de soberanía con el Reino Unido de Gran 
Bretaña e Irlanda del Norte referido a la Cuestión de las Islas 
Malvinas". 
 2. Reanudación de negociaciones. "Recuerdan el permanente interés 
regional en que los gobiernos de la República Argentina y el Reino Unido
 de Gran Bretaña e Irlanda del Norte reanuden las negociaciones a fin de
 encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía 
sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, y los 
espacios marítimos circundantes, de conformidad con las resoluciones y 
declaraciones pertinentes de la ONU y de la OEA. Destacan la permanente 
actitud constructiva y disposición del gobierno argentino para alcanzar 
una solución pacífica y definitiva a esta anacrónica situación colonial 
en suelo americano". 
 3. Rechazan la explotación de los recursos renovables. Rechazan las 
actividades de exploración de recursos naturales no renovables de la 
plataforma continental argentina, que ilegalmente desarrolla el Reino 
Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en abierta oposición a lo 
dispuesto por la Resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones
 Unidas que insta a las dos partes a que se abstengan de adoptar 
decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales 
en la situación mientras las islas estén atravesando por el proceso 
recomendado por la Asamblea General." 
 Se debe aclarar que en esta resolución 31/49 se produce una 
modificación de importancia con relación a las anteriores resoluciones. 
El punto 4 de la misma "insta a las dos partes a que se abstengan de 
adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones 
unilaterales en la situación mientras las islas estén atravesando por un
 proceso recomendado en las resoluciones 2065 y 3160". Por primera vez 
el Reino Unido vota en contra y arrastró con su voto a 32 abstenciones. 
Argentina logró 102 votos a favor. 
 4. Impedir el ingreso de buques con la bandera ilegal. En la IV Cumbre 
realizada en Guyana el 26 de noviembre de 2010 los presidentes se 
manifestaron de acuerdo para impedir el ingreso de buques con bandera de
 las islas Malvinas y también de informar al gobierno de la Argentina 
sobre el cargamento de buques que lleven cargas destinadas al 
abastecimiento de las actividades hidrocarburíferas consideradas 
ilegales en aguas de las islas Malvinas. 
 "Los Estados miembros de Unasur se comprometen a adoptar, de 
conformidad con el derecho internacional y sus respectivas legislaciones
 internas, todas las medidas susceptibles de ser reglamentadas para 
impedir el ingreso a sus puertos de los buques que enarbolen la bandera 
ilegal de las Islas Malvinas". 
 "Se comprometen, en el marco de los acuerdos internacionales vigentes, a
 informar al gobierno argentino sobre aquellos buques o artefactos 
navales con derroteros que incluyan las Islas Malvinas, Georgias del Sur
 y Sandwich del Sur, con cargas destinadas a las actividades 
hidrocarburíferas y/o mineras ilegales en la plataforma continental 
argentina y, de este modo, prevenir o evitar que estas actividades se 
consoliden". 
 5. Presencia militar británica. Los ministros de Relaciones Exteriores,
 reunidos en Asunción del Paraguay el 17 de marzo de 2012 consideraron 
que "la presencia militar británica en el archipiélago es contraria a la
 política de la región, de apego a la búsqueda de una solución pacífica 
en la disputa de soberanía". 5. Bases militares en América del Sur. En 
la cumbre de Unasur realizada en Bariloche el 28 de agosto de 2009 
convocada con motivo de la instalación de bases militares 
norteamericanas en Colombia, la presidenta de la Argentina, Cristina 
Fernández, en la apertura de la reunión además de referirse al tema 
central de las bases expresó: "No es que una intente minimizar las 
cuestiones que hoy van a plantear aquí, pero quiero decirles que en ese 
sentido Argentina tiene una experiencia muy fuerte. A unos cuantos 
kilómetros de aquí, en nuestras islas Malvinas, tenemos instalada en 
forma unilateral, por la fuerza, bases de una potencia ni siquiera extra
 América del Sur, sino extracontinental (…) Por lo tanto, tenemos 
experiencias terribles en el continente de enclaves coloniales con bases
 extracontinentales". En esa ocasión la Unasur no pudo impedir que 
Estados Unidos pudiera tener intervención en 7 de las bases militares de
 Colombia. 
 Se debe destacar además que la Unasur realizó una presentación oficial a
 través de la secretaria general María Emma Mejía acompañada por el 
embajador paraguayo José Antonio Dos Santos, a cuyo país corresponde la 
presidencia pro témpore de Unasur, al secretario general de las ONU el 2
 de abril de 2012. Allí hace un llamado al Reino Unido para solucionar 
la disputa de soberanía sobre las islas Malvinas calificando a las 
mismas como anacrónica situación colonial. El secretario general Ban 
Ki-Moon reiteró su disposición a mediar para que ambas partes se sienten
 a negociar y se comprometió a renovar sus esfuerzos para conseguirlo, 
señaló Mejía a la prensa. 
 Como indica la periodista Rosaura Audi, la Unasur, el Mercado Común del
 Sur (Mercosur), la Alianza Bolivariana (Alba), la Comunidad de Estados 
de Latinoamérica y El Caribe (Celac), la Organización de Estados 
Americanos (OEA) y la Cumbre Iberoamericana realizaron pronunciamientos 
que exhortan a que las partes se sienten a negociar. 
 Cada uno de estos países demostró en los últimos meses que cumpliría 
con las declaraciones firmadas en esas organizaciones, incluso pese a la
 presión de Londres. 
 En enero de 2011, poco después de asumir como presidenta de Brasil, 
Dilma Rousseff rechazó que un buque de protección de las Malvinas, HMS 
Clyde, parara en Río de Janeiro. La embarcación debió cambiar la ruta e 
ir a Chile, que aún permitía a la Royal Navy atracar allí. 
 Esa decisión fue repudiada por Gran Bretaña, que intentó revertir la 
situación. Sin embargo, en enero pasado se encontró con un rechazo a un 
barco en Montevideo. En octubre de 2011, Unasur había declarado que 
rechazaba el desplazamiento de la fragata HMS Montrose al Atlántico Sur 
porque esa "presencia militar" era "contraria a la política de la región
 de apego a la búsqueda de una solución pacífica de la controversia de 
soberanía". El 19 de marzo esta declaración se puso en juego. Es que la 
fragata tenía planificado repostar en el Puerto del Callao en Perú, en 
el marco de un programa de operaciones conjuntas de ambos países. 
 Primero trascendió que la embarcación atracaría allí. Pero el canciller
 peruano, Rafael Roncagliolo, dijo que había quedado sin efecto el 
programa con la nave Montrose. 
 "Esta decisión ha sido adoptada en el espíritu de los compromisos de 
solidaridad latinoamericana asumidos en el marco de Unasur respecto de 
los legítimos derechos de la República Argentina", explicó el ministro. 
 El Reino Unido respondió inmediatamente que lamentaba esa decisión y 
que no comprendía el motivo por el cual Perú no había informado esto en 
la reunión que, pocos días antes, habían mantenido el presidente Ollanta
 Humala y el número dos de la cancillería británica, Jeremy Browne. 
 Todas estas decisiones han dificultado la logística para las naves de 
Gran Bretaña que desarrollan tareas en Malvinas, además complicaron el 
escenario diplomático de Londres. 
  
 (*) Director de la Maestría en Integración y Cooperación Internacional de la Universidad Nacional de Rosario. 
       
              
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