Viernes 27 de enero de 2012 |
Malvinas
Designan a Alicia Castro en Londres
Será embajadora, en medio de tensiones
Después de cuatro años
con la representación diplomática vacante en Londres y en medio de la
escalada de tensión por las islas Malvinas, la presidenta Cristina
Kirchner designó ayer a Alicia Castro embajadora ante el Reino Unido.
A la ex embajadora argentina en Venezuela ya se le
concedió el plácet de estilo correspondiente para el nombramiento, y el
Foreign Office expresó que "la Argentina es un país muy importante" para
Gran Bretaña.En Buenos Aires, la Cancillería emitió un comunicado en el que dio a conocer la designación de Castro y afirmó "la vocación de diálogo con el gobierno británico en el cumplimiento de las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la cuestión de las islas Malvinas".
El puesto en la embajada argentina permanecía vacante desde 2008, cuando el último embajador, Federico Mirré, se jubiló y no fue reemplazado por la Presidenta, como un gesto de malestar con el Reino Unido. Es que hace una semana el primer ministro británico, David Cameron, calificó de "colonialista" a la Argentina por impulsar en el Mercosur el bloqueo de los barcos con bandera de las islas Malvinas. Previo a conocerse la designación de Castro, el ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, ratificó ayer en el Senado la voluntad pacífica y negociadora de la Argentina en su reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas, pero reclamó con énfasis al gobierno de Gran Bretaña que respete las disposiciones de la (ONU) y se abstenga de avanzar en la explotación de los recursos naturales del archipiélago.
Desde Londres no mencionaron ni una sola palabra del conflicto por las islas Malvinas al otorgar el beneplácito a Alicia Castro. El Foreign Office se limitó a sostener: "Como miembros del G-20 compartimos con la Argentina una relevante agenda en común". Párrafo seguido, la diplomacia británica confió en trabajar con la nueva embajadora "para fortalecer la cooperación entre ambos países y mejorar el comercio bilateral". También se mencionó la necesidad de trabajar de manera conjunta entre Londres y Buenos Aires por temas como el cambio climático y la no proliferación de armas, al mismo tiempo que Gran Bretaña se mostró dispuesta a mejorar los vínculos en ciencia y tecnología.
La designación de Castro se venía analizando desde hacía una semana en la Cancillería, tal como informó el jueves último LA NACION. Este nombramiento forma parte de la estrategia que tiene la Casa Rosada para lograr que este año, en el que se cumplen 30 años de la guerra en las islas Malvinas, Londres se siente a negociar con la Argentina por la soberanía del archipiélago. El plan de Cristina Kirchner para dar con este objetivo también contempla un pedido a Chile para cancelar los vuelos que dos veces por semana van desde Punta Arenas a las islas Malvinas y un reclamo en todas las embajadas de la Argentina en Europa para que los países de la Unión Europea exijan a Londres que dialogue con Buenos Aires sobre el tema.
Según confiaron a LA NACION, entre los embajadores de carrera de la Cancillería no cayó nada bien la designación de Alicia Castro, no sólo porque será una embajadora política, sino porque, según entiende la diplomacia, carece de experiencia en el manejo de situaciones de tensión y extremadamente complejas como la que viven hoy la Argentina y el Reino Unido. Ayer mismo, el secretario de Defensa de Gran Bretaña, Gerald Howarth, mencionó que su país tiene "capacidad disuasoria" de defensa para proteger las Malvinas (ver aparte).
Cristina Kirchner tenía previsto el destino de Castro desde diciembre pasado, cuando decidió relevarla de la embajada en Venezuela. La nueva embajadora en Londres viene de la izquierda popular, comparte los ideales del gobierno bolivariano de Hugo Chávez y fue una combativa gremialista de aeronavegantes (ver aparte).
Anteayer, al hablar luego de 20 días de licencia, Cristina Kirchner reiteró que mantendrá su reclamo de sentarse a dialogar con Londres por las Malvinas, aunque evitó contestar el agravio de Cameron. En cambio, la Presidenta destacó que en el reclamo perseguido por la Argentina no se pretende que los habitantes de las islas dejen de ser ingleses.
En el Senado
Ayer, el ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, ratificó en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado la voluntad pacífica y negociadora de la Argentina en su reclamo de soberanía, pero aclaró con énfasis: "No podemos permitir que se desobedezca a las Naciones Unidas mediante la explotación de los recursos naturales de las islas, que pertenecen al pueblo argentino", sentenció.En ese sentido, el canciller advirtió sobre el potencial "daño ecológico" que un eventual accidente en las tareas de explotación de hidrocarburos en las Malvinas podría traer aparejado para el país y por el que se anticipó a responsabilizar a Londres. "Los argentinos serían las principales víctimas", destacó. En esta misma línea se había manifestado la Presidenta cuando exhortó a las ONG a proteger la "depredación de recursos" en el Atlántico Sur.
En su paso por el Senado, Timerman recibió el respaldo de todas las fuerzas políticas, que firmaron un proyecto de declaración en el que repudiaron las declaraciones de Cameron..
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